Hace un mes, Joanna se despertó con dolores por todo el cuerpo y sentía las paredes adoloridas. Con el fuerte brazo envuelto alrededor de ella, no tardó en recordar su apasionada noche.
Alex fue salvaje al principio, gentil a la mitad, pero se volvió bestial hacia el final; ella no podía igualar su energía.
Sin embargo, recordaba vívidamente las condiciones adjuntas a este acuerdo. Joanna no había investigado los procedimientos de divorcio debido a su esperanza de que las cosas mejoraran entre ellos, así que la noche anterior fue como un golpe para ella.
No tenía idea de que el procedimiento debía finalizarse en el tribunal.
Aun así, no podía culpar a Alex después de que él la hubiera advertido desde el principio, sólo agradecida por su honestidad.
Mirándolo mientras él dormía a su lado, sus rasgos eran suaves y atractivos. Le plantó un beso en los labios mientras su mano masajeaba suavemente su estómago.