Rose Taylor se había vuelto loca.
Sin embargo, no fue porque ella atendiera el consejo del abogado de fingir demencia.
Fue cuando se enteró de que Gordon estaba muerto y vio a Abigail Green de pie junto a Brandon Piers ilesa que de repente perdió la razón.
Rose Taylor no podía creer que Abigail Green estuviera viva.
En un momento estaba gritando sobre fantasmas, al siguiente estaba luchando por acercarse a Abigail Green; riendo y llorando erráticamente, causando que toda la sala de tribunal no pudiera proceder con normalidad.
Abigail Green la miró fríamente, mientras Brandon Piers sostenía su mano.
—No tengas miedo.
—Está bien —respondió Abigail.
No tenía nada que temer, simplemente sentía que era una lástima. Tener a alguien aceptando lúcida el castigo era la verdadera retribución. Ahora con Rose Taylor loca, parecía que tenía menos problemas.