Abigail solo se dio cuenta de lo que Brandon había dicho después de gruñir en reconocimiento.
—¿Regresar a Ciudad Golondrina?
Aunque sabía que volvían a Ciudad Golondrina, solo fue cuando estaban casi listos para irse que se dio cuenta de que todavía había muchas cosas por manejar.
—Nos iremos en cinco días. Si tienes algo que atender estos días, hazlo ahora. Si no puedes terminar, no te preocupes. Volveremos a ver al Abuelo durante el Año Nuevo —Brandon vio su preocupación y le recordó.
—¿El Abuelo no viene con nosotros? —Abigail estaba sorprendida.
—La situación allá es complicada. El Abuelo está envejeciendo; es mejor dejarlo disfrutar de su paz aquí que arriesgar su salud allá —la respuesta de Brandon fue indiferente.
Abigail lo miró —. Si el Abuelo escuchara eso, estaría furioso.
—Entonces estarías subestimando al Abuelo. Si algo así pudiera enfurecerlo, no habría vivido tanto —bromeó Brandon.
Abigail miró afuera —. Abuelo, ¿escuchaste eso?