Su Bing y Su Li escuchaban con corazones ansiosos la conversación de sus padres. Naturalmente, querían volverse más fuertes. Así, no solo serían menos propensos a ser acosados, sino que también podrían proteger a las personas que les importaban.
Comprendían aún más claramente que la mayoría de los niños que la fuerza física era crucial para un individuo. En el pasado, no habían tenido esta oportunidad, pero ahora sí, y la valorarían.
Al ver el entusiasmo de los dos chicos, Gu Zi inmediatamente agarró papel y un bolígrafo y hizo un borrador aproximado de su plan de entrenamiento. Una vez que lo discutieran y finalizaran, Gu Zi lo convertiría en una hoja de cálculo electrónica almacenada en la computadora. Luego, se aseguraría de que los chicos siguieran el plan diligentemente.
Su Li miraba a Gu Zi con admiración, como si fuera una genia. —Mamá, ¡tu mente es tan clara!
Su Bing suspiró y la corrigió, —Es pensar claro y lógica, no solo la mente.