Emociones. Parte. – 1.

Estefanía caminaba hacia el colegio con su mente perdida, llena de pensamientos por culpa de Abril.

—Buenos días Estefi.

Joan la saluda con una sonrisa, pero él solo recibe silencio de parte de ella, como si nunca hubiera escuchado nada de lo que le dijo, le toca el hombro haciendo parar su caminata.

—¿Podrías prestarme atención?.

—Ah, buenos días Joan.

—Buenos días.

Repite la misma escena agregando aún más emoción a su pequeña sonrisa, ella se incómoda y voletea la mirada.

—¿Que pasó? ¿Tengo algo entre los dientes?.

Ella se cansa de sentirse asi y lo toma de la cara acercadolo, posa su frente junto con la de él y quedan cara a cara, más de lo que se esperaba, ella mira sus ojos sin parpadear poniéndolo incomodo, ella poco a poco comienza a ruborizarse y una sonrisa caprichosa aparece gracias a los nervios, ella lo suelta y le presume su espalda mientras se aleja de él.

—Que nervioso me puso, ¿que le habrá pasado?.

Se pregunta en su mente mientras ve como ella se achica gracias a la distancia que va ganando y decide apresurar su paso.

En la hora del recreo estaban todos excepto Karen, Nicolás se le acerca.

-Como están? Yo estoy muy feliz, por si no se dieron cuenta.

—¿Por que?.

Joan dejaba todo lo que estaba haciendo para regalarle toda su atención.

—Porque falta muy poco para que nos vayamos de campamento y me siento más cerca de Camila.

—Te felicitó.

Joan sonrie a las declaraciones de su amigo, estaba contento por estar cerca de su pequeño capricho.

—Estoy pensando en confesarme.

Esas palabras hizo que Abril se angustiara provocando que se sienta incómoda, trata de mirar hacia otro lado para distraerse y olvidarse de lo que había escuchado.

—¿Algún Consejo de chicas? ¿Nicol?.

—Vas a ser rechazado.

—Que directa. ¿Estefanía?.

—¿Te van a rechazar?.

—¿También tu? ¿Abril, Me ayudarías?.

Ella se incómoda y comienza a tratar de distraerse con cualquier cosa que vea convenciendose a si misma que no escuchó nada, no queria ser parte de esto, Nicol se da cuenta de esto y sale a su rescate sin que nadie se lo pida.

—Dejala, no la molestes, ella no tiene porque darte ningún consejo, ninguna de nosotras tendríamos que hacerlo, ve y hazlo solo.

—Que sincera, está bien, no importa, lo voy a hacer igual, voy a tomar el mejor momento.

—Espero que no salgas lastimado, te deseo suerte.

Le dice Abril con las palabras más sincera y el mejor sentido que solo ella pudo darle, intentaba reflejar todas sus emociones en cada pronunciación, ella lo más que quería era que fuera feliz, ya sea con ella o con alguien más, no le importaba, se alentaba a si misma con esa idea.

Nicolas le agradece con una sonrisa, haciendo que Abril se acuerde del porque de su amor, haciendo que sus palabras le dolieran y un leve arrepentimiento se aparece ante ella, sientiendose mal por querer que le vaya mal.

Nicolás se va del lugar y Abril lo mira como se aleja atesorando lo que podría ser su última sonrisa.

—¿Estefi, ya preguntaste si podías ir?.

Nicol cambia de tema para que la mente de aquella joven que estaba enamorada no destruya su corazon.

—Si, me dijo que no había problema.

—A mi tambien me dejaron.

Abril se unia a la conversacion, debía ser parte.

—Que bien, solo falta que nos diga Karen y Joel.

—Yo aún no pregunté, mi madre es muy seria con esas cosas.

Joel respondía mientras se reía de su propia oración.

—Si, tu madre es muy celosa cuando se trata de ti, será porque eres el único hijo que tiene.

—Tienes razón Abril, seguro que es por eso, igual ya le voy a preguntar y voy a tratar de convencerla.

Nicol sonreia imaginando la escena que planteo al problema recién surgido.

Los días pasaban y cada vez se acercaba más rápido el día del campamento, todos planeaban que hacer, querían que esos días fueran inolvidables, que siempre se acordarán esos momentos que pasarían juntos.

Nicolás se encontraba con Camila caminando por el parque, trataba de sentirse presente, pero su mente volaba tratando de buscar la mejor forma para poder confesarle lo que sentía, era una lucha interna que perdía una y otra vez, sin darse cuenta llegan a un plaza donde había poca gente, el escenario perfecto se le había presentado, solo faltaban las palabras adecuadas, ella toma asiento en una banca de metal fría y él hace lo mismo posándose a su lado.

—¿C-C-Camila, aun sigues pensando en Joan?.

—¿Por que la pregunta?.

—No importa, era solo curiosidad.

El silencio los invade, él comienza a apretar su pantalón por encima de sus rodillas para secar la transpiración que tenía en sus manos, comienza a morderse su labio por culpa de los nervios, mira a su alrededor para buscar algún tema de conversación y aliviar el golpe, pero no se le ocurre ninguna idea, ya que su mente estaba trabajando completamente en recrear guiones de películas para que el momento sea de su agrado.

Luchaba y luchaba, trataba de mentirse que no era el momento, para escapar de esto, se ponia excusas para que su corazon sea engañado, ideas que le provocaba el miedo, sus palabras estaban atoradas en su garganta haciéndole difícil el respirar, es lo que sentía en ese momento, era un caos por dentro, sentía un cosquilleo molesto, se llenaba su mente de excusas.

—Camila.

—Ya se, no lo digas.

Camila trata de no cruzar su mirada, ambos miraban en direcciones opuesta, solo sus voces los hacian recordar la presencia del otro.

—Necesito que sepas.

Ella seguia sin verlo, él tambien, ninguno se miraba, Nicolás toma aire mientras cierra los ojos.

—¡Me gustas!.

Se lo dijo mientras miraba el suelo, respiraba con dificultad a causa de los nervios, el tiempo se habia frenado tras su oracion, ya no oía nada mas que el latido de su corazón, su garganta seca no lo dejaba agregar más palabras, era todo, lanzó sus sentimientos, ya no había vuelta atrás, no había lugar para arrepentirse.

—Perdon...

Esa simple palabra fue como una piedra lanzada hacía un cristal, no hacía falta que supiera más nada, estaba todo resumido en una sola frase.

Nicolás cierra sus ojos para minimizar los daños, queria salir corriendo, desaparecer, no había falta nada más.

—No siento lo mismo, no es justo ya que fue hace poco lo de Joan.

Él solo afirma con su cabeza, sabía perfecto lo que iba a decir, pero no había esta escena donde el esta tan destrozado, era un golpe de realidad enorme, no pudo reaccionar como él quería hacerlo poniéndose el traje de fuerte, se quiso convencer de que tenía una oportunidad, se cegó con esa idea para no aceptar la cruda realidad que le tocaba vivir.

Se pone de pie mientras aleja su mirada de ella.

—Sabia que ibas a decir eso, no te preocupes por mi, ¿ aún podemos ser amigos?.

—No creo que te haga bien.

—Dejame que te cuide aunque sea con mi simple amistad, prometo no pasarme.

—Esta bien, no te preocupes, no hace falta que me prometas nada, confio en ti.

Nicolás trataba de meterse esa idea dentro de su cabeza para que fuera su único consuelo que lo sostenía en vida, la represa que impedía que sus lágrimas salieran era que aún podía ser su amigo, aún así su corazón estaba partido en dos, no queria aceptar que será nuevamente un espectador en la vida de ella, donde ella compartirá su vida y no será parte de ella.

Alex M. Martínez.