El rugido de los titanes primordiales reverberó a través del cielo, sacudiendo la tierra y el aire con una furia incontenible. Kai, con los pies firmes sobre la espalda de la criatura masiva, sintió la conexión entre su ser y el Flujo Primordial fortalecer su percepción. Ya no se trataba solo de luchar, sino de comprender el equilibrio de un mundo que había olvidado a estos colosos.
Desde el horizonte, los cielos se rasgaron con un destello carmesí. Un nuevo peligro emergía. No eran solo las bestias, sino algo aún más antiguo y peligroso. Un eco de algo que había permanecido dormido en el corazón del mundo por eras inmemoriales.
Kai cerró los ojos y sintió el flujo del universo mismo girar en torno a él. Ahora comprendía. El despertar de los titanes no era una simple consecuencia del caos provocado por la caída del Emperador. Era una reacción en cadena a un equilibrio que se había roto. Algo o alguien había forzado este despertar.
Un rugido profundo se elevó desde las profundidades de la tierra, seguido de un estallido de energía pura. Desde la grieta que se abría ante él, emergió una figura imponente. No era una bestia como las otras. Era un ser ancestral, envuelto en un aura tan antigua que el mismo aire parecía volverse denso a su alrededor. Su cuerpo era una amalgama de sombras y luz, con runas primordiales grabadas en su piel titánica.
Kai sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. No era solo una criatura poderosa. Era un ente que existía fuera del tiempo. Uno de los verdaderos guardianes del mundo.
La criatura lo observó, sus ojos brillando como soles en un universo moribundo. Y entonces, con una voz que no pertenecía a ningún ser vivo, habló:
—Kai Solis… El equilibrio ha sido roto.
Kai frunció el ceño.
—¿Por qué han despertado? ¿Qué está causando esto?
La criatura inclinó la cabeza y respondió con una voz cargada de ecos de milenios.
—La corrupción del Vacío ha comenzado a filtrarse en este mundo. Los sellos se debilitan. Aquellos que duermen en las sombras han despertado.
Kai sintió que su mente procesaba cada palabra con una claridad que nunca antes había experimentado. La corrupción del Vacío… Algo que había permanecido oculto en lo más profundo del mundo ahora comenzaba a surgir.
La criatura extendió una de sus enormes manos hacia él, y en ese momento, Kai sintió el Flujo Primordial vibrar con intensidad. La entidad no estaba aquí para destruirlo. Estaba aquí para probarlo.
Kai flexionó sus dedos y dejó que el Flujo Primordial lo envolviera por completo. Su cuerpo parecía volverse uno con la energía del universo. Si quería salvar este mundo, tendría que enfrentar lo que venía.
Con una exhalación profunda, adoptó una posición de combate y miró a la entidad frente a él.
La batalla para preservar el equilibrio del mundo acababa de comenzar.