Capítulo 17: La Linea

29 de diciembre

La señorita Rikka había amanecido con el joven Riochiro, ambos me estaban esperando mi llegada con ansias. Se podría decir que era lo mismo que todos los días, un entrenamientos de practicas con el joven Takanashi. 

Pero esta vez era diferente. Hoy era el ultimo día del entrenamiento de Riochiro, por lo que este combate tenía significado.

El aire de tensión entre los dos jóvenes se podía palpar, yo tampoco me voy a engañar a mi mismo. También me moría de la emoción.

Esto no solo representaba el final de un entrenamiento común para este jovencito, era el cierre de un ciclo el cual le habia constado gran parte de su corta vida.

Dejé que el joven Takanashi se preparara para nuestro enfrentamiento. Se vistió de un uniforme deportivo y se puso unas vendas en las manos para poder agarrar bien la espada. 

Entonces se puso en posición. Alcance a ver nuevamente su mirada llena de valor y determinación. Entonces intente proyectar mi reflejo al lado de el. Un reflejo de un joven yo, cuando empezó a pelear en los campos de batalla. 

La imagen de mis ojos muertos y llenos de ira rebotó en mi mente. Comparándolo con ahora la imagen del joven Riochiro. 

"Cuanto ha crecido." pensé para mis adentros.

El silencio empapo en ese momento el centro del laberinto. La señorita Rikka miraba expectante desde una de las entradas de el mismo, Riochiro mantenía su postura esperando uno de mis ataques, las hojas de la hiedra que habían caído al suelo fueron mecidas por el viento.

En este punto los tres sabíamos que representaba esto. Todo el esfuerzo que habíamos hecho para llegar hasta este punto. Pero aún quedaba una duda por resolver.

¿Seria capaz Takanashi Riochiro de romper sus limites?

Las constantes derrotas, las heridas que estaban en el joven Takanashi, los incontables combates que tuvimos en todo este año, toda su determinación para levantarse una y otra vez del suelo... Ahora en estos precisos instantes, en los próximos 5 minutos, se iba a decidir si todo aquello había valido la pena o no.

Con un respiro profundo, llene mis pulmones de oxigeno y entré en carrera hacia delante, moviéndome a una gran velocidad.

Para este combate, decidí tomar el poder de un Magnis, por lo que la velocidad lograda por mis pasos era rápida, pero no lo suficiente como para poder llegar a Riochiro en cuestión de fracciones de segundo.

Agite mi espada, haciendo un arco de fuego e impregnándola de una cálida llama de paso. Cubrí mi cuerpo de intensas llamas carmesíes. Todo esto no era mas que una presentación, un intento de intimidación para ver la reacción de el joven.

Delante de mi, se encontraba ese mismo joven que había intentado intimidar, con una expresión inmutable, siguiendo mis movimientos con su mirada analizado cada paso que daba.

Riochiro alzó la espada hacia mi y luego dio un gran paso hacia delante para ampliar el alcance de su corte recto.

Como si de una guillotina se tratase, la espada de madera de abalanzó sobre mi con gran potencia, pero era un golpe fácil de esquivar y predecible a la misma vez, solo basto con que usara mi espada de practicas para desviar su golpe hacia otro lado.

Entonces con cierta agilidad, me abalanzó hacia uno de sus costados, haciendo un corte lateral hacia arriba, pero claro. Yo estaba consciente de que el joven iba a hacer esto, por lo que en efecto, simplemente lo esquivo.

Pero la verdadera naturaleza de mi ataque se escondía en mi mano derecha, en la cual tenia una gran y volátil llamarada cargada hasta todo lo que daba. Una vez que abrí la mano, un halo de fuego se expandió a mi alrededores, haciendo que el aire zumbara y siseara, convirtiéndose en vapor.

El joven Takanashi también estaba consciente de la naturaleza de ese ataque, por lo que lo esquivo sin ningún tipo de dificultades aparentes. 

No obstante, normalmente, una vez que el joven retrocede vuelve a atacar al instante, pero ahora las llamas que me envolvían a mi y a mis alrededores hacia que el muchacho de pelo blanco se replantease si acercarse o no.

Esto hizo que me diera algunos segundos para expresarme.

-No esta mal, joven Takanashi. Pero es extraño que no estés utilizando tu casual estilo de combate agresivo y constante.

El joven no me dijo nada, siquiera pareció haber prestado atención a mis palabras, en cambio el parecía estar mirando la mano por donde salio el fuego, anticipándose para el próximo ataque.

Entonces esto iba a ser un combate mudo, me agradaba la idea.

Iba a posicionarme para atacar otra vez. Pero de repente el joven flexiono rapidamente sus piernas y se abalanzó encima de mi de un salto, casi como si se teletransportara frente a mis narices, era un juego de piernas curioso a la par de explosivo.

Un corte rápido me rozó la parte baja de la mandíbula sin mucho éxito, entonces, otro corte paso por encima de mis hombros casi impactándome, suerte que mi habilidad con la espada no se había oxidado en todos estos años. Gracias a ella pude desviar todos estos golpes mortales que me lanzaba el joven.

Me empezó a atacar sin fronteras, sus ataques se aceleraban a medida que iba haciéndolos. A cada golpe, mucha mas potencia se le iba sumando y cada vez mas me costaba desviarlos con la espada.

Entonces supe que el joven estaba tratando de que yo no atacara. Sabía que por cada ataque que yo lanzara, el se iba a exponer a un ataque de fuego. Un muchacho muy listo.

Era verdad que yo planeaba lanzar un ataque de fuego por cada ataque de espada que hiciera, llevando la batalla a un terreno de media distancia, donde claramente yo iba a tener la ventaja.

Parece que el joven Takanashi previó eso y se acerco a mi lo mas rápido que pude, jurando nunca mas despegarse. 

Y es una estrategia factible, los ataques de fuego tienen una desventaja y es que hacen falta tiempo para cargarlos. El cuerpo tiene que soltar sus fluidos, tiene que calentarse para entrar en combustión y después de esos dos procesos, por fin es que se puede lanzar un ataque de fuego.

Por lo que acercarte a tu oponente no es mala idea, pero solo es una solución temporal. Ya que si le das a un Magnis suficiente tiempo como para calentar su cuerpo entero, vas a recibir una explosión general.

Entonces ejecute ese mismo plan, inmole mi propia piel, haciendo que una onda de fuego y calor cubriera todo a 10 metros de mi. El joven Takanashi esquivo este golpe, aunque por los pelos, si reaccionaba una milésima de segundo mas tarde, iba a salir chamuscado.

Las llamas cubrían todo a el al rededor, se empezaron a expandir mas y mas debido a las hojas secas que cubrían el piso cerca de el laberinto, claramente estaba ganando ventaja en el terreno. Por lo que el joven Takanashi empezó a retroceder.

Pero cuando parecía que se iba a quedar quieto adopta una postura agachada. pone su pie izquierdo delante de el derecho, su hombro derecho en dirección a mi, su cuerpo cubriendo su espada.

Iba a hacer una embestida.

Rapidamente, como si supiese que yo iba a reaccionar, se abalanzó hacia mi, como una flecha acabada de salir del arco, atravesó llamas y brazas con pasos ágiles y largos. Una vez delante de mi giro sobre su propio eje utilizando el impulso que le había dado la carrerilla.

Había muchas maneras de esquivar ese golpe, pero opte por una de las mas agresivas, intensificar las llamas al rededor mio.

Pero al muchacho de pelo blanco no le importo el abrazante calor que le asaba la piel y le entraba por los ojos. No le importó que su cuerpo completo ardiera, se aferro a la idea de pegarse a mi y sacarme de ese circulo abrazador de una embestida poderosa.

Lo logró, me sacó de el circulo, pero la embestida genero una distancia entre nosotros, una que me daría la ventaja de la pelea a mi.

Ha pasado 1 minuto.

El joven se encontraba ante mi, jadeante y sudoroso, con algunas quemaduras leves al rededor de su cara. Claro, tomar aire para atacarme de nuevo solo le tomaría un segundo, pero no importaba lo que hiciera, cualquier movimiento próximo me daría tiempo a cargar un potente ataque de fuego.

¿Como iba a superar esto?

Pues parecía tenerlo bastante claro, ahora simplemente estaba poniéndose en guardia, con sus piernas semiabiertas, bien puestas en el suelo. Se preparaba para recibir el ataque ¿O quizás no?

El a su manera parecía impredecible, incluso con toda mi experiencia en combate, nunca había visto nada igual.

¿Acaso estaba intentando aplacar el ataque con su cuerpo tal y como yo había pensado en un principio?

¿O quizás esto es una de las "anticipaciones" de las que hablaba la señorita Rikka?

¿Tal vez un movimiento desesperado y para nada maquinado?

No se sabia, cualquier cosa podía ser propia de el joven. Lo había visto usar todas las tácticas posibles en mis combates contra él. Una cosa era segura, el sabia como sorprender.

Pero solo tenia dos segundos para pensar, cualquier demora haría que el me atacase primero a mi. Entonces me dispuse a atacarlo abalanzadome rapidamente sobre el, esto era una finta. 

A primera vista mi ataque podía ser una embestida o un ataque cargado con velocidad. A un análisis mas profundo, se podía saber que podía ser una carga de fuego o un golpe desde arriba acompañado de un ataque areal en llamas. Pero por nada de el mundo me iba a complicar tanto, solo era una simple finta para atacar en linea recta con la espada y aprovechar el impulso para tocar su cuerpo y hacer explotar el ataque cerca de él.

Como si el muchacho hubiese visto a través de mi, se tumbo en el piso con un movimiento fluido de pies y aprovecho el poco impulso que le daba el agache para ejecutar un ataque a mis tobillos.

Era un buen movimiento. Pero también lo había anticipado. Ahora solo quedaba soltar el ataque cargado en el piso, aprovechado su limitada movilidad y luego le pondría fin a el combate. 

Pero cuando las cosas se te ponen delante de ti de una manera tan fácil, siempre queda la pregunta:

"¿Eso es todo?"

Claro que no lo era.

Con un movimiento de pies. Riochiro logro hacerme tropezar y desviar mi ataque explosivo de el, solo unos centímetros fuera de su cuerpo. Pero eso fue suficiente como para que el pudiera salir volando hacia otro lado por el impulso de la explosión, saliendo de el alcance de cualquier ataque que le pudiera acertar a continuación.

El muchacho de pelo blanco no demoró en levantarse rapidamente para luego ponerse nuevamente en guardia. Ahora la parte lateral derecha de su torso yacía con una quemadura grave. Pero eso no parecía mortificarle en lo absoluto.

Dentro de sus ojos, el brillo de la determinación seguía ardiendo con fuerza.

Una pequeña sonrisa se me escapo, no pude evitar que se reflejara en mi cara. El orgullo se desbordaba de adentro de mi.

Tenia delante de mi a un guerrero hecho y derecho.

Sin perder el tiempo, nuevamente el muchacho se acercó a mi, esta vez sin darle tiempo a poder cargar ningún ataque de fue. Entonces ahora solo quedaba el combate cercano, el ya no me iba a dar ninguna oportunidad para poder alejarme.

Entonces, los golpes empezaron a volar entre nosotros, la velocidad de su espada de madre empezó a alcanzar a la mía por solo unos instantes, el muchacho empezaba a acostumbrarse a mi patrón de golpes

Sabia mis tendencias cada vez que iba a atacar. un pequeño movimiento despacio, un ademan de un golpe cargado, mi casual movimiento de piernas. Todo eso ya estaba aprendido por el.

Sin darme una sola oportunidad a atacar, el muchacho empezó a ganar terreno cerca de mi.

Pero...

¿Eso era suficiente como para superar el limite que se habia impuesto?

Por supuesto que no

Ya habían pasado 2 minutos con 45 segundos.

Los ataques de el muchacho se hacían mas agitables, su postura se desvalanceaba y ciertos movimientos eran mas lentos de lo normal. Pero el sabia dentro de si que no debía para. Su única vetanaja contra mi se le estaba agotando, pero ventaja al fin.

No obstante, solo faltaban segundos para que pudiera cargar otra auto inmolación, entonces, esta batalla estaría ganada.

Como si pudiera leer mis pensamientos, el muchacho usó sus pocas fuerzas restantes y empezó a condensarlas en potentes golpes. Cada uno de ellos hacia temblar el agarre de mi espada, un dolor sordo recorría los viejos huesos de mis manos. 

Ese fue su mayor error.

Con todo su cuerpo concentrado en el ataque, se le olvido la postura y el análisis que tanto había usado anteriormente. 

La postura del joven se desvalanceo y yo no desperdicié la oportunidad. Aproveché, cada segundo en que esa apertura estuvo delante de mi y ágilmente, cargue un ataque concentrado hacia el medio de su pecho.

Los ojos de el joven se pusieron blancos de un momento a otro y la fuerza de la explosión lo mandó volando hacia atrás. La expresión de la señorita Rikka no se alteró en anda por este ataque.

Raro, pensé que iba a reaccionar a su amigo herido. Pero al parecer ella tenia la certeza de que Riochiro, se levantaría de nuevo para darme pelea.

Y así fue.

Con todas sus fuerzas, el resilente joven se levantó del piso, poniéndose firme en su postura

-Esto no puede acabar asi ¿Verdad? Señor Kawashima.

Me puse en guardia al igual que el.

-No esperaría menos de ti, Takanashi.

Entonces aquel joven empezó a dar un juego de pies extraño, tal asi como si estuviera danzando sobre la punta de sus pies. Sus pasos eran rápidos, ágiles y precisos, se acerco a mi en cuestión de segundos.

Entonces el combate empezó de nuevo. El fuego se intensifico aun mas al rededor mio. Pero al joven no le importaba.

Bailaba entre las llamas, esquivando su calor, evitando ser quemando, siseando entre ellas como una serpiente. Algo solo permanecía fijo en mi. Su mirada, el seguia analizandome.

Ya habían pasado 3 minutos con 26 segundos.

Nuestra espadas chocaban con intensidad, nuestros movimientos se anticipaban los unos con los otros, las llamas hacían que el joven se acercara y alejara mediante pasos extendidos y rápidos.

Mi visibilidad poco a poco estaba siendo afectada. Las llamas eran tan intensas y altas que me distorsionaban y cubrían mi visión. Solo podía ver una sombra acercarse y alejarse de mi constantemente.

¿Ese era su plan desde que se levantó del piso?

Rapidamente me decidí a salir de mi propio circulo de fuego, nunca pensé que pudiera estar en desventaja dentro de él. En mi mano izquierda, cargué otro ataque de fuego para poder impactar a el joven Takanashi nada mas se me acercara.

Pero esa era la pregunta

¿Por donde se me iba a acercar?

No me dio tiempo de pensar en una respuesta. Solamente supe que salir de el centro del circulo sin analizar primero la situación había sido un gran error. Golpes de todos los lugares empezaron a impactar en mi cuerpo.

En mi espalda, en mis costillas, en el pecho, en mi cabeza y mis piernas. No eran lo suficientemente fuertes como para que se consideraran ataques definitivos, pero eran lo suficiente como para poder desbalancearme la postura.

Una vez cediera en eso, iba a ser muy facil inmovilizarme.

Era momento de ponerse serio.

Amplifique la fuerza de combustión fuera del alcance de mi cuerpo, haciendo mis al rededores fuesen mas volátiles, numerosas explosiones empezaron a suceder al rededor de mi.

En ese estado estaba claro que el joven Takanashi no podía acercarse a mi. No obstante, de igual manera tenia que salir de el circulo de fuego que yo mismo había creado. Entonces utilizando mi mano derecha cree otra explosión que me impulso hacia afuera del circulo.

Cuando salí de las llamas pude ver nuevamente sin ninguna dificultad. El joven Takanashi no perdía el tiempo, una vez que vio que yo salí del circulo corrió hacia a mi para que no me alejara de el alcance de sus ataques.

No obstante. utilice ahora la expansión amplificado de la fuerza de combustión para arrojar explosiones sobre el. Fueron suficientes como para contenerlo, haciendo que frenara el paso.

Utilice también esto a mi favor para arrinconarlo en una esquina y acabarlo de una explosión concentrada. Pero Riochiro se las arreglo para poder zafarse de mi arrinconamiento.

Rapidamente avanzó hacia mi, esquivando explisoones e inminentes llamaradas. Una vez mas estaba cerca de mi, el combate cuerpo a cuerpo era la única opción.

Impregne la espada de madera en llamas. Pero una vez que se cruzó con la espada de el joven Takanashi, esta exploto en pedazos, ya estaba calcinada.

Entonces, para defenderme en este duelo, solo me quedaban mis manos desnudas.

No era la primera vez que me encontraba luchando sin ningún arma, asi que me puse nuevamente en guardia, dispuesto a luchar a mano limpia.

4 minutos con 15 segundo habían pasado desde que inciamos el duelo.

Los golpes de la espada de madera los cubría con mis antebrazos, mientras esperaba una oportunidad en concreto para atacar y conectar algún golpe a el joven Takanashi. Esa oportunidad se me dio afortunadamente para mi, muy pronto.

A estas alturas de el combate, el joven Takanashi estaba muy cansado, demasiado cansado. Sus ataques podían ser precisos y rápidos, pero había veces que tenia que retroceder un momento y parar de atacar.

Esa era mi oportunidad.

Así que me acerque a el y con los puños impregnados en fuego, le di un derechaso por las costillas, un gancho por el mentón, ataque por sus laterales y una infinidad de golpes mas empezaron a llegarle hacia varias partes de su cuerpo.

El joven intentaba cubrirse y retroceder torpemente sin éxito alguno, mientras era impactado una y otra vez por el calor abrazante de mis golpes, sin escapatoria.

4 minutos con 30 segundos habían pasado.

Pero de igual manera, yo también estaba cansado, así que cuando vi que me estaba faltando el aire, retrocedí a tomar un poco de aliento.

El joven Takanashi apenas se podía mantener en pie, Los contundentes golpes le habían dejado mareado, y encima de eso, su camisa de compresión, estaba en gran parte, quemada por todos lados.

Solo quedando simples tiras de tela elástica recorriendo todo su torso, revelando ahora si, su cuerpo totalmente quemado y chamuscado.

Aún así, el joven no caía al suelo.

Incluso con sus ojos tambaleantes y desvanecidos, los brillos de determinación no se iban de su mirada. Una vez mas, se puse en guardia, listo para terminar el combate de una vez por todas.

4 minutos con 42 segundos habían pasado

Mis puños en llamas chocaron con la espada de el joven Takanashi, a este punto, ninguno de los dos estaba en condiciones de esquivar los golpes de el otro, así que nos atacamos sin depender de bloqueos, solo recibiendo los golpes de el contrincante.

El que mas tiempo resistiera en pie, era el ganador.

4 minutos con 45 segundo.

Los golpes empezaron a intensificarse cada vez mas. El joven Takanashi ya no le quedaba de donde sacar fuerzas para atacar, pero aun así estaba alzando su espada una y otra vez, dando golpes cada vez mas potentes, utilizando el propio impulso y peso de su cuerpo.

4 minutos con 50 segundos.

Los ataques no cesaban en ningún segundo. Los golpes se empiezan a sentir como pesadas piedras. La sangre empieza a salir de nuestras heridas, salpicando tanto a nosotros como al piso.

4 minutos con 56 segundos.

Ya ninguno de nosotros puede mas, nuestros golpes empiezan a ceder y se convierten en débiles impactos, la fuerza de nuestros brazos empieza a abandonarlos.

4 minutos con 59 segundos.

Mientras se enfrentaba a mi, Takanashi Riochiro, pierde la conciencia de pie.