Edward se levantó abruptamente de su estado inconsciente con una expresión de horror.
"¿Hmm?, ¿Qué te pasó?" Preguntó Caín levantando una ceja.
El joven lo observó por unos segundos y después habló.
"Tuve un sueño horrible. Soñé que unos cerdos me devoraban."
"Eso... podría suceder realmente."
"¿Qué?" La primera expresión de horror de Edward era nula en comparación con el rostro que mostró cuando escucho eso.
"Hay unos remanentes que se llaman inmundicia del matadero. Se originan del deseo de matar y básicamente son cerdos que te devoran parte por parte. Se podría decir que también representan la gula."
"Espere, ¿los remanentes también representan pecados?"
"No, eso solamente era el significado que yo le di."
"Ya veo..."
Edward se reincorporó y miró a su alrededor.
Vio que estaba dentro de un edificio hecho pedazos, sin techo. Era de día.
"¿Qué pasó y dónde estamos?"
"Te desmayaste debido a todo el humo y contaminación que habías inhalado. Tuve que pedirle otro favor al dios que conozco, de lo contrario, estarías muerto, o si te hubiera llevado a un hospital, en coma. Aunque dudo que hubiera hospitales funcionando ahora. También, yo fui contigo debido a que no quería pasarla mal evitando toda la tormenta de fuego."
"Después de eso, la tormenta pareció calmarse por un rato y entonces te cargué todo el camino del bosque hasta el distrito, encontré este edificio y nos establecimos aquí."
"Entiendo. ¿Cómo está ahora el distrito?" Edward mostró una expresión de preocupación.
Aunque no había vivido gran parte de su vida en el distrito y el tiempo en el que si lo hizo lo había pasado mal, conoció a algunas personas que lo ayudaron y les agarró aprecio.
"Está hecho todo un desastre. Hay cuerpos rostizados por toda la calle y prácticamente no hay ni un ser vivo que ande por ahí, aparte de que los edificios están en ruinas, como puedes ver. Aunque esto no necesariamente confirma que todos están muertos."
"¿Las autoridades no han emitido ningún comunicado?"
"No, hemos estado aquí durante más de seis horas y no he oído ni visto nada."
"Lo sabía, esas malditas ratas nunca ayudan en nada, solamente ven por su propia segurid-." Edward pareció darse cuenta de algo y detuvo su declaración.
"Espere... ¡¿seis horas?!" El joven puso una expresión de asombro digna de un dibujo animado.
"Sí, seis horas. ¿Por qué te sorprendes tanto? Es normal, te desmayaste."
"No, por supuesto que no. Me esperaba que hubieran pasado unas horas, pero nunca tantas. Por cierto, ¿usted no ha dormido en todo este tiempo?"
"No lo necesito. Cada vez que estoy a punto de hacerlo, leo una carta que escribí hace un tiempo y recupero la energía. Es bastante efectiva."
"¿Es lo único que hace?" Preguntó Edward parándose mientras se sacudía la ropa.
"No, tiene otros efectos. ¿A dónde vas?" Preguntó Caín con una expresión de sospecha.
"A buscar a mi mamá. No puedo tardar más sabiendo que el general le hizo algo. Además, ocurrió esta tormenta de fuego y podría haberle afectado, aunque no lo siento así."
"¿De verdad quieres ir ahora? No podemos estar seguros de que no se repetirá el mismo evento." Preguntó Caín mientras se ponía de pie y chasqueaba los dedos.
Una proyección ilusoria se manifestó encima de su ropa y la cambió. Ahora, llevaba una camisa holgada negra, pantalón deportivo negro con rayas blancas y unos tenis deportivos blancos.
"Esa ropa luce muy... moderna. Además, ¿no se supone que sus poderes lo adquiere leyendo poemas y esas cosas?, ¿cómo es que a cada rato se saca cosas así? Eso no me lo explicó. También, ¿por qué ropa deportiva?" Preguntó Edward con una expresión de sospecha.
"Edward, ¿te han dicho que eres muy intenso?" Respondió Caín, intentando evitar su pregunta.
"Sí, mi ex novia me lo dijo. No intente cambiar la pregunta.
"Ahh... está bien. Uso esta ropa ya que viví una vida en un mundo moderno igual que el tuyo, además de que es muy cómoda para estar y para correr. Lo último presiento que lo haremos."
"Y... no quería tener que explicar esto, pero ya que lo preguntas... hice un pacto con una divinidad para obtener mis poderes que adquiero mediante significados y también otros extras que me permiten sacar objetos de un inventario que almaceno a lo largo de las vidas, esto para evitar tener que iniciar completamente de cero cuando reencarno. También, dicho inventario almacena habilidades, por lo tanto, es muy útil."
"Wow, eso es sorprendente. Sin embargo, me podía dar una idea si pensaba un poco acerca de la divinidad de la que me habló. ¿Por qué no quería decírmelo?" Edward mostró una expresión de duda en su rostro.
"Por esto." Caín hizo un gesto con su mano, señalando el espacio que los rodeaba.
Al momento siguiente, decenas de ojos inexpresivos se manifestaron en un parpadear, observandolos.