Las heridas superficiales del hombre, como quemaduras y moretones, se expandieron y cerraron constantemente, hasta que finalmente se quedaron en el estado anterior al que sucedieron, solamente quedando algunas cicatrices y grietas secas.
Internamente (dentro del cuerpo de Caín) sus huesos rotos, como las costillas, se reemplazaban, quitando los fragmentos rotos y sustituyendolos lentamente por nuevos, uniendolos en el proceso. Los pedacitos comenzaron a subir por la garganta del hombre, acumulándose en su boca.
Los órganos dañados estaban destrozados hasta el punto que ya no había nada que reparar. Se sustituyeron por nuevos que eran formados con sus tejidos y parte de los anteriores, conectadolos con el sistema complejo biológico del hombre.
Eso fue solamente en algunas de las tantas partes dañadas, el resto se estaba recuperando mucho más lento, como un subidón que adrenalina que lentamente se va drenando.
Caín mostraba una expresión de sufrimiento extremo, con gotas de sudor cayendo por su rostro y la piel tornandonse pálida, incluso en su estado inconsciente.
Bueno, la verdad es que no puedo decir que no me causa cierta satisfacción verlo en ese estado, por algún motivo...
Edward levantó al hombre, echándolo sobre sus hombros y cargándolo, partiendo hacia una dirección desconocida.
Pasaba por edificios destruidos, vehículos hechos un montón de chatarra y gente moribunda implorando por un poco de ayuda, aunque lo único que hacía el joven era ayudarles a moverse un poco a una esquina sombreada para que no pasaran sus últimos momentos bajo el calor abrasador del sol.
Esto se siente como un dejá vu. Pensó Edward.
En algunas ocasiones, cuando ya no podía sostenerlo más, lo dejaba caer al suelo, para luego descansar un rato y volver a intentarlo.
En uno de esos descansos, dentro de un edificio semi-destruido, Edward comenzó a reflexionar.
Ya no falta mucho para llegar, solo tengo que aguantar esto un poco más... Sí, hasta ahora, él no ha hecho ningún movimiento tratando de impedir mi avance.
Incluso si pasa algo, simplemente despertaré a Caín. Aunque el mismo hecho de que no haya pasado nada hasta ahora es raro. ¿Cómo un lunático como el simplemente se queda observando?
Mierda, creo que la acabo de cagar...
En ese momento, un cerdo parado en dos patas entró por el espacio en el que antes había una puerta.
Edward se quedó inmóvil, con una expresión congelada.
El animal olfateó el espacio, saboreando el olor de las presas que estaba apunto de devorar.
En un intento desesperado, el joven intentó despertar a Caín, dándole golpes y sacudiendolo.
A pesar de sus esfuerzos, el hombre estaba completamente sin energía y ningún signo de despertar.
La desesperación de Edward incrementó y comenzó a tirar escombros que estaban tirados por doquier.
El animal avanzó lentamente, pareciendo burlarse de su presa.
Cuando finalmente llegó, el joven se quedó pasmado, intentando correr pero con su cuerpo resistiéndose.
Gotas de sudor frío recorrían su espalda. Su boca estaba completamente seca. Su cuerpo temblaba incontrolablemente, sintiéndose débil, perdiendo toda su fuerza.
El animal le dio un mordisco a su estómago, arrancando parte de sus entrañas.
El joven soltó un grito de absoluto terror y agonía. Aún así, se mostraba impotente mientras el monstruo desgarraba su piel y carne.
El dolor era similar a una herida abierta que era rociada con alcohol y azufre, aunque eso fue al principio. Después, el dolor simplemente desapareció y quedó una sensación de entumecimiento.
Edward había perdido toda sensación humana y su mente se había perdido en el infierno, resignandose a quedarse ahí.
El animal lo siguió devorando desenfrenadamente hasta llegar al cuello. Mientras lo devoraba, la consciencia de Edward se desvanecía rápidamente, como si todo fuera solo un sueño... Y efectivamente, era un sueño.
El joven se despertó con la respiración agitada y los ojos desorbitados.