Capítulo 145

Elías salió del vehículo cuando llegaron a la casa de la manada, sus botas crujían contra la grava.

Su mente era un torbellino de pensamientos.

—¿Y ahora qué? ¿Y si no encuentran al Alfa Theo? —Elías forzó su expresión hacia la neutralidad, esperando que su inquietud no se mostrara.

Al acercarse al Alfa Derrick y al Sacerdote Supremo, abrió la boca para hablar.

Pero antes de que salieran palabras, una voz resonó detrás de él, firme y autoritaria.

—Elías —la voz del Alfa Theo resonó a través del patio—. ¿Qué está pasando aquí? ¿A qué debo esta... visita inesperada?

Elías se giró, su alivio oculto tras una máscara de profesionalismo.

El Alfa Theo avanzó con un aire de calma autoridad, su penetrante mirada se encontraba con la de Alfa Derrick.

El Sacerdote Supremo avanzó, su tono neutral pero firme.

—Hemos venido para aclarar el aire respecto a una acusación realizada contra ti por Alfa Derrick —dijo.

Theo levantó una ceja, su expresión cambiando a una de sorpresa fingida.