Conociendo al Gran patriarca y Entrenamiento con Nail

Cuando Yamcha, Launch y Tights llegaron a la aldea namekiana, se sorprendieron por la tranquilidad del lugar. Todo el paisaje estaba dominado por amplias praderas, casas de forma esférica y un cielo verdoso que le daba un aire místico al planeta.

Launch miró a los namekianos y abrió los ojos con asombro.

—¡Oye, Yamcha! ¡Todos se parecen a Kami-sama!

Yamcha, quien ya sabía que Kami solo era un namekiano, fingió estar sorprendido.

—Tienes razón, Launch. Es increíble... —dijo con una sonrisa forzada.

Tights, que nunca había visto a Kami en persona, ladeó la cabeza con curiosidad.

—¿En serio? ¿Kami-sama se ve igual que ellos?

—Sí, aunque un poco más viejo y arrugado —respondió Yamcha con naturalidad.

Mientras charlaban, un anciano namekiano se acercó con una expresión serena.

—Bienvenidos, forasteros. Puedo sentir que no vienen con malas intenciones. ¿Puedo preguntar qué los trae a nuestro planeta?

Yamcha dio un paso adelante y juntó las manos en señal de respeto.

—Venimos a entrenar. Hemos viajado desde un planeta llamado Tierra, y ya conocemos a alguien de su raza que vive allí. Su nombre es Kami-sama.

El anciano namekiano se sorprendió al escuchar el nombre de Kami.

—Kami-sama… ¿Ese es el nombre que adoptó en la Tierra?

—En realidad, su nombre es Piccolo —aclaró Yamcha—, pero en nuestro planeta es conocido como Kami-sama.

El anciano abrió los ojos con asombro.

—¿Piccolo? Ese es un nombre peculiar para un namekiano… Me pregunto si tendrá relación con…

El anciano pareció pensativo por un momento, pero luego sonrió.

—Si él ha sido capaz de proteger su planeta, significa que ha conservado la sabiduría de nuestra gente. Me alegra escuchar eso.

Tights, emocionada por la historia, preguntó con curiosidad:

—¿Acaso conoces el pasado de Piccolo?

El anciano asintió con calma.

—Quizás… Pero antes de hablar más sobre él, quiero saber: ¿por qué desean entrenar aquí en Namek?

Yamcha cruzó los brazos y respondió con determinación:

—Queremos volvernos más fuertes. Si alguna vez una amenaza intergaláctica llega a la Tierra, queremos estar preparados para protegerla.

Launch, con una mirada desafiante, agregó:

—Además, no quiero quedarme atrás de Yamcha.

El anciano namekiano rió suavemente.

—Veo que tienen una fuerte determinación. Tal vez podamos ayudarlos… Pero primero, quiero que conozcan a alguien. Síganme.

Con eso, el anciano comenzó a caminar hacia el interior de la aldea, mientras Yamcha, Launch y Tights lo seguían con gran curiosidad.

—Por cierto, mi nombre es Mori —dijo el anciano con una sonrisa amable.

—Un gusto conocerte, Mori —respondió Yamcha, inclinando levemente la cabeza en señal de respeto.

—Sí, gracias por recibirnos —agregó Launch con una mano en la cadera.

Tights, por su parte, anotó el nombre en su libreta.

—Mori… Me gusta, suena sabio.

El anciano rió ante el comentario de Tights y luego los guió más adentro de la aldea.

—Como dije antes, quiero que conozcan a alguien. No somos muchos en este planeta, pero tenemos un guerrero muy poderoso que se encarga de protegernos.

—Así que es el ki que sentimos antes —murmuró Launch, cruzándose de brazos.

—Sí —confirmó Mori—. Es nuestro mejor guerrero, Nail. Él podría ayudarlos a entender mejor la fuerza de los namekianos.

Yamcha sonrió con emoción.

—Suena interesante. Me gustaría probar qué tan fuerte es.

Mori lo miró con una leve sonrisa.

—Eso dependerá de si él está dispuesto a entrenar con ustedes. Síganme, lo llevaremos hasta él.

Con eso, el grupo continuó su camino por la aldea, emocionados por conocer al legendario guerrero namekiano.

Cuando Mori los guió hasta una gran estructura rocosa, vieron a un namekiano alto y musculoso, de piel verde oscura y con una expresión seria. Su aura se sentía imponente, y sus brazos estaban cruzados mientras observaba a los recién llegados con una mirada analítica.

—Él es Nail, nuestro guerrero más fuerte y el protector del Gran Patriarca —dijo Mori, con respeto en su voz.

Nail no apartó la vista de ellos.

—Mori, ¿quiénes son estos forasteros? —preguntó con tono firme.

—Son visitantes de un planeta lejano llamado Tierra. Vinieron aquí con la intención de entrenar y conocer más sobre nuestra gente.

Yamcha dio un paso adelante con una sonrisa confiada.

—Un gusto, Nail. Soy Yamcha, y ella es Launch —dijo señalando a su compañera—. Y la de atrás tomando notas es Tights.

Tights levantó la mano con una sonrisa.

—¡Hola!

Nail miró a Yamcha y Launch con mayor atención.

—Ustedes son tan fuertes como un Namekiano de clase guerrera ordinario —dijo Nail con tono firme—, pero yo soy muchas veces más fuerte. Es por eso que soy el guardián del Gran Patriarca.

Launch frunció el ceño, molesta por la comparación.

—¿Ah, sí? Pues me encantaría ver qué tan fuerte eres en realidad —dijo con los brazos cruzados.

Yamcha sonrió con confianza.

—Bueno, eso explica por qué tu ki se siente tan impresionante. Debo admitir que me gustaría pelear contigo algún día, Nail.

Tights, por su parte, anotaba todo emocionada en su libreta.

—¡Increíble! Así que los namekianos tienen diferentes clases. Entonces, ¿hay más como tú, Nail? —preguntó con curiosidad.

Nail asintió.

—Pocos, pero sí. La mayoría de los Namekianos somos de la clase Dragón, dedicados al conocimiento y la creación, pero los de mi clase nacimos para proteger.

Yamcha asintió, recordando lo que sabía sobre Namek por sus recuerdos.

—Eso explica por qué el Gran Patriarca necesita un guardián como tú.

Mori los interrumpió con una leve sonrisa.

—El Gran Patriarca los espera. Sigamos adelante.

Sin más discusión, el grupo siguió a Mori y a Nail, dirigiéndose hacia el interior de la gran estructura, listos para conocer al líder supremo de los Namekianos.

Mientras caminaban, Nail continuó explicando con orgullo:

—En Namek hay dos clases de Namekianos: los de clase guerrera, como yo, que nacemos con un talento innato para el combate, y los del Clan Dragón, que poseen habilidades mágicas y son los encargados de preservar el conocimiento y la sabiduría de nuestra raza.

Tights anotaba con entusiasmo.

—¡Así que hay una división clara en sus habilidades! ¿Y los del Clan Dragón pueden pelear?

Mori respondió con calma.

—No suelen hacerlo, pero algunos pueden defenderse si es necesario. Su verdadera fortaleza radica en sus poderes especiales, como la creación de objetos o la capacidad de sanar heridas.

Launch levantó una ceja.

—¿Sanar heridas? Vaya, eso suena bastante útil.

Yamcha sonrió.

—Ahora entiendo por qué Dende podía curar en mis recuerdos… —pensó para sí mismo, pero no lo dijo en voz alta.

Nail continuó:

—Así es, aunque no todos los del Clan Dragón tienen esa habilidad. Son dones únicos que se desarrollan con el tiempo.

Tights cerró su libreta con emoción.

—¡Este planeta es increíble!

Mientras conversaban, llegaron a la entrada de la gran estructura donde los esperaba el Gran Patriarca.

Nail llevó a Yamcha, Launch y Tights ante el Gran Patriarca, quien los recibió con una expresión tranquila y sabia.

—Bienvenidos, viajeros de la Tierra —dijo con voz serena—.Nail ya me había anticipado su llegada. Díganme, ¿qué los trae a Namek?

Yamcha dio un paso adelante y respondió con respeto:

—Vinimos con el propósito de entrenar. Queremos volvernos lo suficientemente fuertes para defender nuestro planeta de cualquier amenaza.

Launch asintió con determinación.

—Al llegar, nos dimos cuenta de algo interesante… el Kami-sama de nuestra Tierra también es un Namekiano. No sabíamos eso hasta ahora.

El Gran Patriarca cerró los ojos por un momento y luego les hizo un gesto para que se acercaran.

—Déjenme ver…

Posó una mano sobre la cabeza de cada uno y se concentró. Luego de unos instantes, abrió los ojos con una expresión comprensiva.

—Ya veo… El Kami-sama del que hablan es el hijo de Katatz, un namekiano que partió de este planeta hace siglos. Su espíritu lleva el peso de una gran responsabilidad.

Yamcha y Launch intercambiaron miradas. No les sorprendía, pero era interesante escuchar la confirmación de boca del líder de Namek.

El Gran Patriarca los miró con amabilidad.

—Puedo sentir que cada uno de ustedes posee un gran potencial oculto. Si lo desean, puedo ayudarles a desbloquear una parte de ese poder.

Sin embargo, Yamcha negó con la cabeza.

—Se lo agradecemos, Gran Patriarca, pero preferiría entrenar por mi cuenta durante un año y medio. Cuando sienta que he alcanzado mi límite, vendré humildemente a pedirle su ayuda.

Launch sonrió y cruzó los brazos.

—Pienso igual que él. No quiero depender solo de un impulso externo sin antes esforzarme al máximo.

El Gran Patriarca asintió con comprensión.

—Esa es una decisión sabia y honorable.

Tights, en cambio, parecía intrigada y levantó la mano.

—Bueno… yo no soy una luchadora, pero sí me da curiosidad saber qué podría hacer por mí. ¿Puedo intentarlo?

El Gran Patriarca le dedicó una sonrisa y posó su gran mano sobre su cabeza. Cerró los ojos y se concentró. Tights sintió una calidez recorrer su cuerpo. No era una sensación de fuerza, sino algo diferente.De pronto, su energía aumentó de golpe, sintiéndose más ligera y poderosa.

—¡Whoa! ¡Esto es increíble! —exclamó Tights mientras su cuerpo temblaba por el repentino incremento de poder.

Yamcha y Launch observaron a Tights con asombro tras sentir su nuevo nivel de energía.

—Esto es increíble… —murmuró Launch—. Tights, ahora tu ki es el tercero más fuerte en la Tierra.

Yamcha asintió.

—Sí,, solo estás por debajo de mí y de Launch. Superas a cualquier otro humano conocido hasta ahora.

Tights abrió los ojos sorprendida.

—¡Espera, espera! ¿Me están diciendo que soy más fuerte que Krillin, Pamput e incluso el Maestro Roshi?

—Exacto —confirmó Yamcha con una sonrisa—. Aunque la fuerza no lo es todo en las peleas, ahora tienes una gran ventaja sobre la mayoría de los luchadores de la Tierra.

Tights rió nerviosa mientras miraba sus manos.

—Nunca pensé que algún día escucharía algo así…

—Bueno, al menos ahora podrás defenderte —dijo Launch con una sonrisa, cruzándose de brazos.

Yamcha asintió.

—Sí, ya no serás solo una espectadora. Con ese nivel de poder, podrías enfrentarte a la mayoría de los luchadores de la Tierra sin problemas.

Tights rió nerviosa.

—Bueno, una cosa es tener poder, y otra saber usarlo… No sé ni cómo lanzar una patada correctamente.

Launch le dio una palmada en la espalda.

—Eso se aprende. Ya verás, cuando regresemos a la Tierra, te enseñaremos algunos movimientos.

—Exacto —agregó Yamcha—. No tiene sentido tener tanta fuerza si no puedes aprovecharla en combate.

Launch la miró con seriedad.

—Además, si no aprendes a controlar tu nueva fuerza, podrías terminar matando a alguien accidentalmente cuando volvamos a la Tierra.

Tights tragó saliva, sintiendo un escalofrío.

—¡E-Espera, espera! ¿Eso puede pasar?

Yamcha asintió.

—Sí. Si no mides tu fuerza, un simple apretón de manos o un choque con alguien podría ser peligroso.

Tights levantó las manos con nerviosismo.

—Oh, genial… ahora también tengo que preocuparme por no pulverizar a alguien sin querer.

Launch le dio un golpecito en el hombro con confianza.

—Por eso te enseñaremos. No te preocupes, no vamos a dejar que destruyas a nadie por accidente.

Tights suspiró resignada, pero luego sonrió con confianza.

—Bueno, supongo que no me queda de otra. ¡Tendré que aprender a pelear de verdad!

Después de conversar con el Gran Patriarca, Yamcha y Launch le hicieron una petición.

—Gran Patriarca, ¿nos permitiría entrenar bajo la tutela de Nail? —preguntó Yamcha con respeto—. Sabemos que es un guerrero formidable y queremos aprender de él.

El Gran Patriarca observó a Yamcha y Launch con calma, analizando sus intenciones.

—Nail es el protector de nuestro pueblo, y su deber principal es velar por mi seguridad —respondió—. Sin embargo, si él está de acuerdo, no tengo objeción en que los entrene.

Yamcha asintió y sacó un libro que había estado escribiendo durante sus viajes.

—No queremos que nos entrene sin nada a cambio —dijo—. A cambio de su entrenamiento, le ofrezco este libro que contiene diez técnicas avanzadas de combate que he recopilado del universo. Creo que pueden ser de gran utilidad para ustedes.

Nail tomó el libro con interés y comenzó a leerlo. Sus ojos se abrieron con asombro al analizar las técnicas que Yamcha había documentado.

—Estas técnicas… —dijo con admiración—. Son increíblemente poderosas y versátiles. Si logramos dominarlas, podremos proteger mejor a nuestro pueblo y al Gran Patriarca.

El Gran Patriarca sonrió con satisfacción.

—Parece que este intercambio será beneficioso para ambas partes —dijo serenamente—. Nail, la decisión es tuya.

Nail cerró el libro y miró a Yamcha y Launch con una expresión decidida.

—Estas técnicas son valiosas, y estoy agradecido por compartirlas con nosotros —dijo—. En agradecimiento, los entrenaré con todo mi esfuerzo. Pero les advierto algo: no será un entrenamiento fácil.

Launch sonrió con confianza.

—Eso es justo lo que queremos escuchar.

Tights, aunque no era una guerrera, sabía que este entrenamiento sería una gran oportunidad para fortalecerse y aprender a controlar su nueva fuerza.

—Supongo que no hay marcha atrás… —dijo con un suspiro, pero con determinación en su mirada.

Yamcha apretó los puños con emoción.

—¡Entonces empecemos cuanto antes!

Así, con el permiso del Gran Patriarca y la aceptación de Nail, el entrenamiento en Namek comenzó.

Una vez que el Gran Patriarca les concedió permiso para entrenar con los guerreros namekianos, Yamcha y Launch se prepararon para someterse a un entrenamiento extremo. Al principio, Nail los puso a prueba enfrentándolos contra un guerrero namekiano de clase guerrera ordinario, quien poseía una gran resistencia y fuerza física.

Primeros Seis Meses: Adaptación y Superación

El primer reto fue luchar con las ropas de entrenamiento de una tonelada y con la técnica Ju Rei Jo: Shu no Gyo activada, la cual limitaba su flujo de ki para restringir su poder. Desde el primer combate, Yamcha y Launch se dieron cuenta de que los namekianos no eran oponentes fáciles.

Combate contra los guerreros namekianos:

Al principio, tenían dificultades para moverse con la ropa pesada, lo que los hacía más lentos y vulnerables a los golpes.

Los namekianos de clase guerrera poseían cuerpos resistentes y regeneración rápida, lo que los hacía adversarios duros.

Luchaban en equipo contra los guerreros namekianos, aprendiendo a coordinar sus ataques y a optimizar su resistencia.

Poco a poco, fueron acostumbrándose a la presión del entrenamiento, logrando igualar la velocidad y fuerza de los guerreros namekianos incluso con la limitación del ki.

Control del ki en desventaja:

Practicaban batallas con su ki reducido para mejorar su técnica en combate y no depender solo del poder bruto.

Trabajaban en su precisión y economía de energía, lanzando ondas de ki controladas para no desperdiciar fuerza.

Evitaban los ataques sin usar vuelo, confiando solo en sus reflejos y velocidad en tierra.

Después de seis meses de este entrenamiento, los guerreros namekianos ya no podían derrotarlos, incluso cuando Yamcha y Launch luchaban con su ki reducido a la mitad.

Al ver su progreso, Nail decidió entrenarlos personalmente. A diferencia de los guerreros comunes, Nail era un combatiente formidable, con un poder muy superior.

Peleas con Nail:

Nail no contenía su fuerza, forzando a Yamcha y Launch a mejorar su velocidad y reflejos.

Cada vez que lograban mejorar, Nail aumentaba la intensidad de los ataques, obligándolos a adaptarse.

Sus golpes eran tan fuertes que cada impacto los enviaba volando kilómetros de distancia, obligándolos a recuperar el equilibrio en el aire.

Aumento del peso:

Las ropas de entrenamiento pasaron de 1 tonelada a 2 toneladas, lo que hizo que cada movimiento fuera un desafío.

Durante las primeras semanas, ni siquiera podían dar un salto sin caer torpemente.

Con el tiempo, sus músculos y control del ki se adaptaron, permitiéndoles moverse con normalidad.

Yamcha trabajó en su Shunkan Idō (Teletransportación Instantánea), fallando varias veces antes de lograr usarlo con éxito.

Launch perfeccionó su Reiko Hadōken, logrando crear barreras de ki y curarse a sí misma.

Después de un año y medio de entrenamiento con Nail, Yamcha y Launch habían alcanzado un nivel increíble.

Yamcha finalmente dominó la teletransportación, permitiéndole moverse instantáneamente en combate.

Launch logró usar su energía para crear barreras defensivas y curarse, convirtiéndose en una luchadora más completa.

Ambos podían luchar con el peso extra sin problemas, superando todos de los guerreros Namekianos excepto a Nail.

Era el último día del entrenamiento en Namek, y Yamcha y Launch sabían que esta sería su prueba final

Ambos se prepararon mientras Nail los observaba con los brazos cruzados. El viento agitaba sus capas y la tierra temblaba levemente debido a la energía acumulada en el campo de batalla.

—"No se contengan," —dijo Nail con confianza—, "quiero ver hasta dónde han llegado."

Yamcha sonrió.

—"Eso era justo lo que queríamos escuchar."

Launch adoptó una postura de combate y activó el Shishin no Ken, dividiéndose en cuatro cuerpos idénticos.

Nail alzó una ceja.

—"Interesante… Veamos si puedes aprovecharlo bien."

¡El combate comenzó!

El Ataque Coordinado de Yamcha y Launch

Los cuatro cuerpos de Launch se lanzaron simultáneamente contra Nail. Dos de ellas atacaron con ráfagas de ki desde la distancia, mientras las otras dos fueron directamente al combate cuerpo a cuerpo.

Nail desvió los proyectiles con una sola mano y detuvo sin esfuerzo los golpes de las Launch que lo atacaban de cerca.

—"Más rápido." —dijo con calma.

En ese instante, Yamcha apareció detrás de Nail con el Shunkan Ido y desató una feroz ráfaga de golpes. Nail giró rápidamente y bloqueó cada uno con precisión, sin mostrar signos de fatiga.

Una de las Launch logró conectar una patada en el costado de Nail, pero este ni siquiera se movió.

—"Buen intento."

Antes de que pudiera reaccionar, Launch se alejó de un salto y dos de sus clones dispararon un Bankoku Bikkuri Shō, enviando dos potentes rayos eléctricos contra Nail.

¡ZZZAAAP!

Por un momento, Nail quedó atrapado en la parálisis, pero su energía era demasiado alta y logró resistirla. Su ki explotó con fuerza, disipando la electricidad.

Pero ese era el plan desde el principio.

Aprovechando la distracción, Yamcha concentró un Jaou Ensatsu Kokuryuha y lo lanzó directamente hacia Nail.

Las dos Launch, sin perder tiempo, concentró energía en sus manos y lanzó dos Reigan cargadas directamente contra Nail.

¡Las tres ráfagas de energía surcaron el aire a toda velocidad!

Nail, al ver los ataques, cruzó los brazos y alzo su ki al máximo, preparado para resistir el impacto.

¡BOOOOOM!

Las explosiones sacudieron todo el campo de batalla, creando un torbellino de polvo y escombros que oscureció el cielo por un instante. La onda expansiva derribó algunas estructuras rocosas cercanas, y el suelo se agrietó aún más, dejando una profunda marca de destrucción en Namek.

Yamcha y Launch, con la respiración agitada, esperaban ver el resultado de su ataque.

Cuando el humo comenzó a disiparse, una silueta imponente emergió lentamente del cráter.

Era Nail.

Seguía en pie.

Su ropa estaba totalmente destrozada, y su cuerpo tenía algunas marcas de batalla, pero su expresión seguía siendo tranquila.

—"Eso fue impresionante," —admitió Nail—, "pero… aún no lo suficiente."

A pesar de su determinación, Yamcha y Launch no fueron rivales para Nail.

El guerrero namekiano se movió con velocidad abrumadora. En un instante, esquivó el ataque combinado de ambos y apareció detrás de Yamcha.

¡BOOM!

Le dio un fuerte golpe en la espalda, enviándolo de cara al suelo con tal fuerza que se formó un cráter bajo él.

Launch intentó aprovechar la apertura y desató una ráfaga de Reigan a quemarropa, pero Nail simplemente levantó una mano y bloqueó los disparos sin esfuerzo.

—"Todavía son demasiado lentos," —dijo Nail con serenidad.

Antes de que Launch pudiera reaccionar, Nail desapareció y reapareció justo a su lado, golpeándola con un codazo en el estómago.

¡Launch escupió saliva y se desplomó de rodillas, sin aire!

Yamcha, a pesar del dolor, se levantó con dificultad y lanzó un último ataque desesperado.

—"¡Jaou Ensatsu Kokuryuha!"

Un gigantesco dragón de energía oscura emergió de su mano y se abalanzó sobre Nail.

Pero Nail simplemente extendió su brazo y detuvo el ataque con una sola mano, disipándolo con un simple apretón.

Yamcha abrió los ojos con incredulidad.

—"I-impresionante..." —susurró antes de caer al suelo, agotado.

Con eso, la pelea terminó.

Nail los observó con una leve sonrisa.

—"Han mejorado mucho... Pero todavía les falta para alcanzarme."

Launch, aún adolorida, sonrió con una mezcla de frustración y admiración.

—"Maldita sea... ¡Eres un monstruo, Nail!"

Yamcha se echó a reír débilmente desde el suelo.

—"Sí... Pero al menos dimos una buena pelea, ¿no?"

Nail los ayudó a ponerse de pie y les dio una palmada en la espalda.

—"Deberían estar orgullosos. Ahora son muy fuertes.Si continúan entrenando así podran superarme.

Después de su última batalla con Nail, Yamcha y Launch sabían que era hora de dar el siguiente paso. Con respeto, se dirigieron hacia la residencia del Gran Patriarca.

Tights los acompañaba, aún impresionado por la pelea que acababan de tener. Había visto con sus propios ojos el poder que habían alcanzado en su entrenamiento.

Al llegar, Nail se adelantó y anunció su presencia.

—"Gran Patriarca, Yamcha y Launch han venido a hacer una petición."

El enorme y sabio anciano asintió con lentitud desde su trono.

—"Acérquense, jóvenes guerreros."

Yamcha y Launch avanzaron y se arrodillaron con respeto.

—"Gran Patriarca," —dijo Yamcha—, "durante este último año y medio hemos entrenado sin descanso. Creemos que ahora estamos listos... Por favor, le pedimos humildemente que libere nuestro potencial oculto."

Launch asintió, con una expresión determinada.

—"Sí... Hemos hecho todo lo posible para volvernos más fuertes por nuestra cuenta. Ahora, confiamos en usted."

El Gran Patriarca los observó en silencio, con una mirada sabia y profunda.

—"Han demostrado un espíritu digno... Muy bien. Acérquense más."

Yamcha y Launch se miraron entre sí, emocionados, y luego dieron un paso adelante.

El Gran Patriarca levantó su enorme mano y la colocó sobre la cabeza de Yamcha primero.

—"Veamos cuánto poder has estado conteniendo..."

En ese momento, una energía cálida y envolvente recorrió el cuerpo de Yamcha. Sintió un cosquilleo en cada fibra de su ser, y luego...

¡Un estallido de poder!

Era como si un enorme peso invisible hubiese sido levantado de sus hombros. Su ki se disparó de forma abrumadora.

—"Increíble..." —susurró Yamcha, sintiendo su propio poder.

Tights, que podía percibir ki de forma rudimentaria, dio un paso atrás por el shock.

—"¡Tu energía es mucho más grande ahora!" Su nivel de poder habia pasado de los 8,500 a los 85,000 

Luego, el Gran Patriarca repitió el proceso con Launch.

Al sentir el flujo de energía recorriendo su cuerpo, Launch cerró los ojos y se concentró.

Y entonces...

¡Otro estallido de poder sacudió la habitación!

Launch abrió los ojos sorprendida. Sus músculos no parecían haber cambiado mucho, pero su ki era abrumadoramente más grande que antes.

—"Esto es... ¡asombroso!" Su nivel habia pasado de los 8,200 a los 82,000

El Gran Patriarca retiró la mano y los observó con satisfacción.

—"Ahora han despertado parte del verdadero potencial que dormía en ustedes... No sé si este poder será suficiente para los desafíos que les esperan, pero confío en que lo usarán sabiamente."

Yamcha hizo una pequeña reverencia.

—"Gracias, Gran Patriarca. Le prometemos que usaremos este poder para proteger la Tierra."

Launch sonrió y golpeó su puño contra su palma.

—"Sí... ¡Quiero probar esto en una pelea real lo antes posible!"

Tights los miraba maravillado.

—"Si antes eran fuertes... ahora son monstruos."

Nail, quien había observado todo en silencio, cruzó los brazos y asintió con respeto.

—"Ahora sí podrían derrotarme sin esfuerzo."

Los tres humanos sonrieron con emoción. Su entrenamiento en Namek había sido un éxito total.

Pero antes de irse... tenían una última petición que hacer.

—"Gran Patriarca..." —dijo Yamcha—. "¿Nos permitiría usar sus Dragon Balls para pedir un deseo?"

El Gran Patriarca los miró con calma y asintió lentamente.

—"Han demostrado ser aliados de Namek y han entrenado arduamente junto a nuestros guerreros. Si su deseo es justo, les permitiré usar las Dragon Balls."

Yamcha, Launch y Tights intercambiaron miradas emocionadas. Era una oportunidad única.

—"¡Gracias, Gran Patriarca!" —exclamó Yamcha, haciendo una reverencia junto a Launch.

El Gran Patriarca dio la orden a Nail.

—"Ve y reúne las Dragon Balls."

Nail asintió con respeto y se marchó rápidamente.

Mientras esperaban, Tights se acercó a Yamcha y le susurró:

—"¿Y bien? ¿Qué vamos a pedir exactamente?"

Yamcha cruzó los brazos, pensativo.

—"Aún no lo he decidido del todo... Pero quiero que este deseo nos ayude en el futuro. Algo que realmente haga la diferencia."

Launch lo miró con curiosidad.

—"Sí, no podemos desperdiciar un deseo tan importante. Debemos asegurarnos de que sea algo útil."

Unos minutos después, Nail regresó junto a otros guerreros namekianos, cada uno cargando una enorme esfera dorada con estrellas rojas en su interior.

Cuando reunieron las siete Dragon Balls en el suelo, estas comenzaron a brillar con un resplandor dorado.

El Gran Patriarca levantó su mano y habló con solemnidad en el idioma namekiano.

—"Takkaraputo Popurunga Pupirittoparo..."

El cielo de Namek se oscureció repentinamente, y las Dragon Balls emitieron un resplandor aún más intenso.

De repente, una inmensa figura comenzó a tomar forma en el cielo. Era Porunga, el gran dragón de Namek.

El titánico dragón abrió sus enormes ojos rojos y habló con su voz profunda y poderosa.

—"HAS REUNIDO LAS SIETE ESFERAS DEL DRAGÓN. HABLA, MORTAL. ¿CUÁL ES TU PRIMER DESEO?

Yamcha miró a Porunga con determinación y dio un paso adelante.

—"Porunga, mi deseo es que puedas fusionar las dos personalidades de Launch en una sola."

El gran dragón namekiano se quedó en silencio por un momento, sus ojos brillando intensamente mientras procesaba la petición.

—"TU DESEO ES POSIBLE, PERO DEBO ADVERTIRTE QUE LA NATURALEZA DE LA FUSIÓN DEPENDERÁ DE LA VOLUNTAD DE LA PROPIA LAUNCH."

Yamcha asintió, entendiendo que Launch debía aceptar este cambio. Se giró hacia ella.

—"Launch, esta es tu decisión. Si deseas seguir como estás, lo entenderemos."

Launch se cruzó de brazos, pensativa. Su lado amable miró a Yamcha con dulzura, mientras que su lado agresivo parecía algo reacia.

—"Sería más fácil si no tuviera que preocuparme por los estornudos..." —murmuró su versión de cabello azul.

—"Tsk, no quiero perderme en el proceso..." —gruñó su lado rubio.

Porunga esperó pacientemente, su colosal presencia iluminando el cielo de Namek.

Finalmente, Launch cerró los ojos y respiró profundamente.

—"¡Hazlo!"

Porunga rugió y su cuerpo se iluminó con un resplandor dorado cegador. Una luz intensa envolvió a Launch, haciendo que flotara en el aire mientras su cabello cambiaba entre azul y rubio varias veces. Su energía fluctuaba violentamente.

Yamcha y Tights observaban expectantes.

Después de unos segundos, Launch descendió suavemente al suelo. Su cabello ahora era de un tono intermedio entre rubio y azul, y sus ojos tenían una mirada intensa pero serena.

Había cambiado.

Launch parpadeó un par de veces y miró sus manos, sintiendo su nueva esencia.

—"Vaya... Se siente extraño, pero... creo que ahora soy... yo misma."

Yamcha sonrió.

—"Bienvenida, Launch."

Porunga asintió con satisfacción.

—"TU DESEO HA SIDO CONCEDIDO. AHORA, HABLA. ¿CUÁL SERÁ TU SEGUNDO DESEO?"

—Shenlong, dime dónde se encuentra el Fruto del Árbol de la Esencia Sagrada.

"El Fruto del Árbol de la Esencia Sagrada se encuentra en el planeta Veyron, en la Galaxia del Norte. Su árbol crece en el Templo de la Vida Eterna, oculto en lo más profundo de la selva negra de Veyron.

Porunga comenzó a brillar de nuevo.

— Este es el deseo concedido. ¿Cuál es su tercer deseo?

Finalmente, Yamcha hizo su último deseo.

—Porunga, deseo que mis descendientes puedan heredar parte de mi poder al nacer.

El gran dragón miró a Yamcha en silencio por un instante antes de que sus ojos resplandecieran por tercera vez.—Ese deseo es difícil, pero no imposible... ¡Concedido!A partir de ahora, tus descendientes heredarán una fracción de tu poder al nacer.

Launch, que había permanecido en silencio hasta ese momento, le dio un codazo a Yamcha con una expresión entre divertida e incrédula.

— Oye… ¿acaso acabas de planear a largo plazo tu propio linaje?

Yamcha se rascó la cabeza con una sonrisa algo nerviosa.

— Solo pensé que sería bueno que mis futuros hijos no tuvieran que empezar desde cero…

Tights suspiró, cruzando los brazos con una mirada reflexiva.

— Bueno, ya está hecho. No sé qué tan buena idea sea, pero sin duda es algo impresionante. Ahora, ¿cuál es el siguiente paso?

Yamcha sonrió con determinación, sintiendo la emoción de lo que vendría a continuación.

— Volver a la Tierra… y seguir entrenando. No importa cuánto poder tengamos ahora, siempre hay alguien más fuerte ahí afuera.

Launch asintió con una sonrisa desafiante.

— Exacto. Y yo quiero probar mis nuevas habilidades contra alguien que realmente me exija.

Con el objetivo cumplido y nuevas fuerzas en su interior, el grupo se preparó para regresar a la Tierra, sabiendo que aún les quedaba un largo camino por recorrer en su entrenamiento y en la defensa de su mundo.

Niveles de Poder:

Nail:36,000

Guerreros Namekuseines: 1,500-3,200