CAPÍTULO: Silencios y Sospechas

Melissa caminó con calma entre los pupitres hasta llegar al asiento vacío junto a David. Sin decir una palabra, dejó su mochila y tomó asiento, acomodándose con la misma naturalidad con la que alguien que ya conocía el lugar lo haría.

David no reaccionó. Mantuvo la vista en su cuaderno, aunque no estaba escribiendo nada.

La clase siguió su curso. El profesor hablaba sobre ecuaciones o algo por el estilo, pero él apenas prestaba atención. Su mente estaba en otra parte, enfocada en la presencia a su lado.

No podía ignorar la sensación extraña que le causaba Melissa.

No era solo su apariencia o su mirada profunda… era algo más.

Era como si su instinto de ninja le gritara que estuviera alerta.

Y si algo había aprendido en su vida, era que su instinto nunca se equivocaba.