CAPÍTULO: El Viento en la Azotea

El timbre del receso resonó por toda la escuela, rompiendo la monotonía de la clase. Sin decir una palabra, David recogió su mochila y salió del aula, caminando sin prisa pero con un destino claro.

Subió las escaleras hasta la azotea, empujó la puerta metálica y salió al aire libre.

El viento soplaba con fuerza, despeinando su cabello y trayendo consigo el ruido lejano de la ciudad.

David apoyó los brazos en la baranda y cerró los ojos un momento, disfrutando del silencio que allí arriba se podía encontrar.

Sacó su ocarina del bolsillo y la sostuvo entre sus dedos.

Antes de poder tocar una sola nota, sintió una presencia detrás de él.

Alguien más había subido a la azotea.

—Sabía que te encontraría aquí —dijo una voz femenina.

David giró ligeramente la cabeza.

Melissa estaba allí, con su uniforme impecable, su largo cabello negro ondeando con la brisa.

No parecía sorprendida ni dudosa.

Era como si conociera ese lugar tanto como él.