CAPÍTULO 67: Tres Meses de Primavera

David aún tenía a su hermanita entre los brazos cuando la voz de su madre se coló desde la entrada, suave, pero con ese tono firme de quien decide sin pedir permiso.

Cómo te extrañó, David…—dijo con una sonrisa que mezclaba nostalgia y cansancio—A pesar de que no pasó ni un día, insistió en venir.

Aiko y Melissa, que aún estaban de pie cerca de la cocina, escucharon en silencio.

La madre caminó con pasos tranquilos hasta el marco de la puerta, apoyándose con una mano y mirando la escena:su hijo, el eterno estoico,el ninja frío de mirada cortante,derretido en una burbuja de ternura que solo Hana, su hermanita, podía crear.

La traje para que esté contigo.—agregó—Dice que quiere quedarse… tres meses.

Tres meses.Como si fuera un hechizo.Como si la primavera decidiera extenderse dentro de esa casa llena de cuchillas invisibles.

David no respondió enseguida.Solo le acarició el cabello a su hermana, mientras ella ya se adormecía, acurrucada en su pecho como si fuera un lugar sagrado.

Está bien.—dijo al fin, con una voz baja, cargada de significado—Pero esta vez… no se va a ir tan fácil.

La madre soltó una risa breve.

Me voy al extranjero por trabajo. Así no me preocupo por ella. Tú estás más capacitado para protegerla que cualquier guardaespaldas.

Luego se giró, saludó con un leve gesto a Melissa y Aiko, y sin más se retiró por la misma puerta que había irrumpido su hija minutos antes.

El silencio volvió…

Pero era un silencio distinto.

No era frío.No era incómodo.Era cálido, suave.Como el que se siente después de la lluvia, cuando las flores vuelven a respirar.

Melissa y Aiko intercambiaron miradas.No había rivalidad ahí.Solo un pensamiento compartido:

Esa niña…con su risa,con su abrazo,con sus tres meses…acababa de desarmar al ninja más temido del clan.

Y eso era algo que ni ellas dos, ni ningún entrenamiento,podía lograr.