CAPÍTULO 91: El Sueño de lo Imposible

David flotaba en un mundo hecho de terciopelo y luz.No había espadas, no había peleas, no había ancianos controladores, ni promesas que parecían jaulas.Solo estaba él... distinto. Más cálido. Más humano.

Soñó que era dulce, amable, un tipo que sonreía sin miedo a romperse.Que en lugar de leer en soledad, compartía mangas con Melissa y Aiko, tirados todos en un futón gigante, riéndose de cualquier tontería.

Soñó con cenas caseras, con peleas de almohadas que terminaban en abrazos, no amenazas.Soñó con una casa viva, donde el amor no era una obligación heredada, sino un puente construido a mano, día tras día.

Melissa, en su sueño, reía fuerte, con esa risa libre que en la vida real escondía.Aiko, aún orgullosa, aún fiera, se ablandaba en su abrazo, como si su corazón hubiera aprendido que amar no era perder.

Y David...David soñó que era feliz.Sin sombras.Sin cadenas.

Pero incluso en su sueño... algo adentro le susurraba:"Esto no es real, ¿verdad?"