Esta aventura transcurre en la Ciudad. Porque no hay más sitio que la Ciudad. Todo lo contiene la Ciudad. Y la Ciudad se extiende sin fin bajo el ala de la diosa Garza. ¡Alabada sea su Ala!
Un gigante erudito venido de lejanos edificios, un niño inventor obsesionado con los ingenios mortíferos, dos sacerdotes de la Garza Amorosa y un espadachín en busca de la muerte conforman el Equipo 1.2. Su misión: recorrer las entrañas de la Ciudad y constatar si la guerra —esa idea de tiempos lejanos, fantasía de libros antiquísimos— puede exportarse a los lodosos y salvajes callejones de apenas dos metros de ancho, donde nadie, al menos no oficialmente, ha puesto el pie en siglos. Y, sobre todo, verificar la rentabilidad de la posible guerra.