Capitulo 3

La Academia de Magia y Ego

El viaje en carruaje duró casi un día entero. A medida que Lucas se acercaba a la Academia de Magia y Ego de Vermillion, su emoción crecía. Sabía que esta era la mejor oportunidad de su vida para volverse fuerte.

Cuando el carruaje cruzó las enormes puertas de la academia, Lucas quedó sin aliento. Frente a él se extendía una inmensa ciudadela con torres de piedra, campos de entrenamiento y miles de estudiantes con túnicas de distintos colores.

—Increíble… —susurró.

Todos los estudiantes de la academia tenían un objetivo: subir de nivel su Ego y convertirse en los mejores magos de combate.

Lucas bajó del carruaje con su equipaje y su paraguas colgado en la espalda. Mientras avanzaba por el campus, notó que muchos estudiantes lo observaban con curiosidad.

—¿Ese chico lleva un paraguas?

—Debe ser un error.

—Parece un campesino… ¿de qué nivel será su Ego?

Lucas apretó los dientes, ignorando los comentarios. Sabía que aquí lo juzgarían por su origen humilde y su Ego poco convencional. Pero no había venido a hacer amigos.

Había venido a volverse fuerte.

El Examen de Evaluación

Antes de ser admitido oficialmente, todos los nuevos estudiantes debían pasar una prueba de evaluación para determinar su nivel de entrada.

Lucas fue llevado a un gran coliseo donde cientos de estudiantes observaban desde las gradas. En el centro de la arena, un anciano de barba blanca esperaba con una tablilla mágica en la mano.

—Soy el Maestro Edrian, y seré quien evalúe su potencial —anunció el anciano—. Su Ego será clasificado entre los diez niveles, desde Celeste hasta Cian.

Uno a uno, los estudiantes fueron llamados al centro de la arena. Se les pedía que activaran su Ego y demostraran su poder elemental.

—¡Lanza de Relámpago! —gritó un chico de cabello rubio. Su arma brilló con una intensa energía eléctrica mientras disparaba una ráfaga de rayos.

—Nivel Rojo. Potencial de crecimiento alto.

—¡Martillo de Tierra! —exclamó una chica musculosa. Su martillo golpeó el suelo y levantó enormes rocas en el aire.

—Nivel Violeta. Poder destructivo considerable.

Lucas observaba cada demostración, impresionado.

Finalmente, llegó su turno.

—Lucas Ardent —anunció el maestro.

El coliseo quedó en silencio cuando caminó al centro de la arena.

—¿Ese chico trae un paraguas?

—Debe ser una broma…

Lucas respiró hondo y abrió su Ego.

Al instante, el aire se volvió pesado.

Las piedras del suelo se agrietaron. El Maestro Edrian entrecerró los ojos, notando la presión creciente.

Lucas cerró el paraguas con un chasquido.

¡BOOM!

El suelo se hundió ligeramente bajo sus pies, como si una fuerza invisible lo hubiera aplastado.

Los murmullos en la arena cesaron.

El maestro miró su tablilla mágica, analizando los datos que aparecían.

—Interesante… tu Ego es inusual. Un paraguas no es un arma tradicional, pero su poder gravitacional es fuerte.

Lucas esperó su veredicto.

El maestro Edrian hizo una pausa antes de anunciar:

—Nivel Azul. Potencial incierto.

Las gradas estallaron en risas.

—¡¿Nivel Azul?! ¡Es el segundo más bajo!

—Lo sabía. No puede ser fuerte con un paraguas.

—Ese chico no durará ni una semana en la academia.

Lucas sintió que la sangre le hervía.

Pero no dijo nada.

Simplemente bajó la mirada y salió de la arena.

La Burla de los Nobles

Después del examen, los estudiantes fueron llevados a sus dormitorios.

Mientras Lucas caminaba por el pasillo, un grupo de estudiantes nobles se cruzó en su camino.

El líder del grupo, un chico alto de cabello plateado, sonrió con arrogancia.

—Así que el campesino con un paraguas es de Nivel Azul. Qué patético.

Lucas lo reconoció de la evaluación. Se llamaba Darian Velst, y había sido clasificado en Nivel Rojo.

—Mira, no es personal —continuó Darian—, pero los débiles no deberían estar en esta academia. Es una pérdida de tiempo para todos.

Los otros nobles rieron.

Lucas apretó los puños. Sabía que responder solo empeoraría las cosas.

—No tengo tiempo para perder con ustedes —dijo, caminando hacia su habitación.

Darian lo observó con desdén.

—No durarás mucho aquí, campesino.

El Desafío de los Rangos

Esa noche, Lucas se sentó en su cama, observando su Ego.

—Nivel Azul…

Era exactamente el nivel en el que sus padres habían quedado atrapados.

No podía permitir que la historia se repitiera.

Revisó el manual de la academia y encontró algo que le llamó la atención:

Los estudiantes pueden desafiarse entre sí en duelos oficiales. Si ganas, puedes subir de rango. Si pierdes, puedes ser expulsado.

Lucas sonrió.

No le importaba lo que pensaran los demás.

Iba a demostrar su verdadero poder.

Y sabía exactamente con quién debía empezar.

Darian Velst.