El vacío lo envolvió. No había luz, sonido ni dolor, solo una inmensa nada. Jin Seokhyun sintió que flotaba en la oscuridad absoluta. De pronto, una pantalla dorada apareció frente a él, iluminando el abismo.
[ALERTA: EL USUARIO HA MUERTO]
[Condiciones especiales detectadas...]
[Habilidad oculta activada: Regresión]
Su mente entumecida tardó en reaccionar. ¿Regresión? Antes de que pudiera procesarlo, un nuevo mensaje surgió.
[Deseas regresar al pasado?]
▶ Sí
▶ No
Jin sintió que su alma temblaba. ¿Esto era real? ¿Una segunda oportunidad?
Si decía "No", probablemente desaparecería para siempre. Pero si decía "Sí"... podría vengarse. Podría proteger lo que había perdido.
La imagen de su aldea destruida, de los cadáveres de sus compañeros, de la sonrisa traicionera de Minho... todo pasó por su mente en un instante.
Su mano se cerró en un puño.
Jin Seokhyun: No cometeré los mismos errores.
Con toda la fuerza que le quedaba, eligió "Sí".
[Regresión confirmada. Transportando el alma al pasado...]
Una luz cegadora lo envolvió. Su cuerpo desapareció en la nada.
Jin Seokhyun despertó sobresaltado.
Su respiración era agitada, su corazón latía descontrolado. Su primer instinto fue llevar la mano a su abdomen, buscando la herida fatal... pero no estaba allí. Sus ojos se abrieron de golpe y lo primero que vio fue un techo de madera desgastada.
Jin Seokhyun: ¿Dónde...?
Se incorporó de golpe y miró a su alrededor. Reconoció el lugar al instante. Era su habitación de la infancia. Las viejas paredes, la mesa con marcas de entrenamiento, el ventanal por el que solía espiar a los guerreros del pueblo cuando niño... todo estaba tal como lo recordaba.
Jin Seokhyun: No puede ser...
Se levantó de un salto y corrió hacia el espejo. Su reflejo lo dejó sin aliento. Un rostro joven, sin cicatrices, sin las marcas de batalla que había acumulado con los años. Había vuelto a su antiguo yo. Sus manos temblaban mientras tocaba su piel. Sus músculos aún no estaban completamente desarrollados, pero su cuerpo estaba en excelente forma, tal como lo recordaba en su adolescencia.
Entonces, la verdad lo golpeó como un rayo. Había regresado.
Jin Seokhyun: ¿Cuánto tiempo atrás...?
Justo en ese instante, una pantalla transparente apareció frente a sus ojos.
[Sistema de Regresión Activo]
Año: 10 años en el pasado
Tiempo restante para la Invasión: 1 mes
Estado del usuario: Pleno
Habilidades: Bloqueadas temporalmente
Jin Seokhyun: ¿Un sistema...?
murmuró, dando un paso atrás. Esto era imposible.
Jin Seokhyun: ¿Qué significa esto? ¿Por qué tengo una interfaz frente a mis ojos?
En ese momento, una nueva línea de texto apareció en la pantalla.
[Bienvenido, Jin Seokhyun. Has sido seleccionado para la Regresión.]
[Deseas recibir un tutorial?]
▶ Sí
▶ No
El sudor frío resbaló por su frente. Un sistema, un mensaje, una opción interactiva... esto no era normal.
Jin Seokhyun: ¿Cómo demonios funciona esto...?
Pensó en la opción "Sí", y en cuanto lo hizo, la pantalla reaccionó de inmediato.
[El Sistema proporciona asistencia en la adaptación a tu regreso en el tiempo. Al aceptar, recibirás información sobre tus habilidades, misiones y estado físico. Nota: Hay penalizaciones por fallar misiones.]
Jin tragó saliva. Penalizaciones... Esa palabra no le gustaba. Pero en su situación, no podía ignorar ninguna ventaja.
Jin Seokhyun: Muy bien... veamos qué más puedes hacer.
Con una nueva determinación, seleccionó "Sí", preparándose para descubrir qué más le tenía preparado este misterioso sistema.
La guerra estaba por comenzar de nuevo, pero esta vez, él estaba listo.
Jin Seokhyun se quedó unos momentos más en silencio, observando la pantalla flotante frente a él. El brillo dorado seguía iluminando la habitación, como una marca de su regreso a este extraño punto en el tiempo. Pensó en todo lo que había perdido, en la invasión que se avecinaba y en cómo ahora, con esta segunda oportunidad, no podía permitirse fallar.
Jin Seokhyun: Debo prepararme.
Dijo para sí mismo, sus palabras resonando en el aire frío de la habitación. Había mucho que hacer, mucho que mejorar. El sistema le había proporcionado información básica sobre su estado físico, y al verlo, la realidad le golpeó con fuerza.
Su cuerpo, aunque joven y en buena forma para su edad, estaba escualido . Había sido un guerrero, sí, pero en este tiempo... no era más que un niño. Había pasado añosHabía pasado años entrenando y peleando, pero ahora, en este momento, su físico se sentía débil, incluso más de lo que recordaba.
Se acercó a la mesa donde solía entrenar. Los ejercicios de entrenamiento que había hecho en su adolescencia lo esperaban: flexiones, sentadillas, saltos, y todo tipo de rutinas que forjaban su cuerpo a la dureza de un guerrero. Pero ahora, al mirar su reflejo en el espejo, sabía que nada de eso sería suficiente si no lo hacía con la misma determinación que le había impulsado a sobrevivir años de batallas.
El recuerdo de Minho , de la traición, lo quemaba por dentro. Eso lo motivaba, pero también lo hacía sentir una rabia frenética que no podía controlar. Se forzó a calmarse. No podía dejar que la ira lo cegara como la última vez.
Jin Seokhyun: Voy a entrenar, voy a volver más fuerte. Esta vez no cometeré los mismos errores.
Se dejó caer de rodillas en el suelo, mirando el espacio donde antes había entrenado. Podía sentir el peso de la situación: la invasión se acercaba y su gente lo necesitaba. A pesar de su físico debilitado, algo dentro de él se despertó. El poder del sistema, sus recuerdos, todo lo que había logrado antes, estaba allí esperando ser desatado.
Con un suspiro profundo, comenzó. Flexiones . El primer movimiento era lo que necesitaba para activar sus músculos, ponerlos en movimiento. Cada empuje hacia el suelo era una promesa a sí mismo de que mejoraría. Cada repetición era un paso más hacia la fortaleza.
A los pocos minutos, ya comenzaba a sudar. Su cuerpo aún no respondía como él quería , y el dolor de sus músculos débiles le recordó lo lejos que aún estaba de lo que había sido, de lo que podía llegar a ser.
Pero no se detuvo.
Con un gruñido de esfuerzo, se levantó y comenzó con las sentadillas . Sus piernas temblaban, pero lo hacía con más rapidez y fuerza, repitiendo los movimientos una y otra vez, hasta que el agotamiento lo invadió.
Jin Seokhyun: No es suficiente.
Pensó, mientras su cuerpo parecía pedirle descanso. Pero descanso no era lo que necesitaba ahora. La guerra estaba a punto de estallar y él debía estar preparado.
Luego, se giró hacia la esquina donde solían estar las pesas de entrenamiento , aquellas que en su vida anterior levantaba con facilidad. Ahora, se le hacía casi imposible siquiera levantarlas del suelo . Pero no se rendiría .
Tomó las pesas con esfuerzo, sintiendo cómo su cuerpo se resistía al peso. Las levantadas de a poco, cada repetición le quemaba los músculos, pero lo mantenía firme. No se detendría. Este entrenamiento, este proceso, era solo el comienzo. Lo que había sido en el pasado no lo volvería a ser .
Miró al frente, el sudor resbalando por su rostro, el agotación evidente en su cuerpo. Pero su determinación era más fuerte que cualquier dolor físico .
Jin Seokhyun: Voy a cambiar el destino.
Con esas palabras, las pesas se elevaron una vez más, y la rutina de entrenamiento continuó, implacable. El tiempo no esperaba por él , pero ahora tenía el control. Podía sentir cómo sus músculos, aunque débiles, comenzaban a adaptarse, a transformarse. La fuerza vendría de nuevo, y esta vez sería aún mayor .
Jin Seokhyun continuó su entrenamiento hasta que su cuerpo no pudo más. El agotamiento se apoderó de él, sus músculos ardían y su respiración era pesada. Se dejó caer sobre el suelo de madera, con el pecho subiendo y bajando rápidamente. Había sido un guerrero temido, un luchador formidable... pero ahora, su cuerpo débil le recordaba lo mucho que debía recuperar.
Se quedó allí, observando el techo, tratando de calmar su respiración. El tiempo corría en su contra.
Rina Valderis ¿Jin?
Una voz lo hizo girar la cabeza de golpe. El sonido de esa voz le resultó familiar.
Jin Seokhyun parpadeó un par de veces y, cuando sus ojos enfocaron, vio a una joven de cabello castaño oscuro y ojos de un profundo azul. Su expresión era una mezcla de sorpresa y preocupación. Era Rina Valderis.
En ese instante, un escalofrío recorrió su espalda.
Rina Valderis... estaba viva.
Los recuerdos de su vida pasada lo golpearon sin piedad.
[Flashback]
La sangre salpicó el suelo empedrado.
Jin, con el cuerpo cubierto de heridas, corrió desesperado entre los escombros, sintiendo el peso de la batalla en cada fibra de su ser. La invasión había comenzado y la aldea estaba siendo reducida a cenizas.
Rina Valderis: ¡JIN, CORRE!
El grito desgarrador de Rina hizo que su corazón se detuviera. Se giró en el acto, solo para verla rodeada por criaturas sombrías. Su brazo derecho estaba destrozado, su ropa hecha jirones, y su rostro cubierto de cortes sangrantes.
Pero su mirada seguía firme.
Rina Valderis: ¡VETE, MALDITO IDIOTA!
Rugió, alzando su báculo con la única mano que le quedaba funcional.
Jin intentó moverse hacia ella, pero su cuerpo no reaccionó. Había sido demasiado lento, las sombras se abalanzaron sobre ella y, en un parpadeo, Rina fue devorada por la oscuridad.
Jin gritó su nombre.
Y entonces... todo se volvió negro.
[Fin del Flashback]
Rina Valderis: ¡Jin! ¿Estás bien?
La voz de Rina Valderis lo sacó de golpe de su ensimismamiento. Sus ojos se abrieron con fuerza y la vio allí, de pie, mirándolo con preocupación. Estaba sana, viva... como si nada de aquello hubiera pasado.
Su corazón latía con fuerza. Era real. Ella estaba allí.
Rina Valderis: Jin, estás todo sudado y temblando... ¿Qué demonios estabas haciendo?
Seokhyun tardó en responder. Su garganta estaba seca. Su mente seguía atrapada en los recuerdos de su vida pasada.
Jin Seokhyun: Entrenando...
Logró decir con voz áspera.
Rina arqueó una ceja.
Rina Valderis: ¿Entrenando hasta parecer un cadáver? ¿Acaso has perdido la cabeza?
Jin sonrió con ironía. Si tan solo supiera...
Rina cruzó los brazos, mirándolo con desconfianza.
Rina Valderis: Sabes... últimamente has estado actuando raro. Desapareces por horas, apenas hablas con los demás... y ahora te encuentro en este estado.
Jin la observó en silencio. En su vida pasada, nunca tuvo la oportunidad de salvarla. Ahora, tenía un mes antes de la invasión. Esta vez, no la dejaría morir.
Jin Seokhyun: Estoy bien.
Respondió, poniéndose de pie con esfuerzo.
Rina Valderis: Claro, claro.
Dijo con sarcasmo
Rina Valderis: Jin Seokhyun el gran guerrero, agotado como un niño después de correr unos metros.
Jin dejó escapar una risa baja. Extrañaba sus comentarios mordaces.
Jin Seokhyun: Oye, Rina...
Rina Valderis: ¿Mmm?
Jin Seokhyun: Si... si pasara algo malo en el futuro... ¿confiarías en mí?
Ella lo miró fijamente, su expresión mostrando un destello de curiosidad y algo de confusión.
Rina Valderis: Qué pregunta más rara... claro que sí.
Jin sintió cómo una cálida sensación lo inundaba. Rina Valderis seguía siendo Rina Valderis.
Pero esta vez, él no la perdería.