Kaelen observó la pantalla azul translúcida que flotaba en el aire viciado de su sótano con la misma fría evaluación que dedicaría a una nueva arma encontrada en el campo de batalla o a una bestia desconocida acechando en las ruinas. No había miedo, solo una intensa concentración pragmática. Era real, persistente e interactuaba, de alguna manera, con él. Eso lo convertía en un factor a considerar.
Su primer instinto fue físico. Lanzó un puñetazo rápido y potente, sus nudillos endurecidos cortando el aire donde debería estar la pantalla. Su puño atravesó la imagen sin resistencia, golpeando el aire polvoriento. Inútil. Intentó tocarla, agarrarla. Sus dedos no encontraron nada más que aire. No era un objeto físico en el sentido tradicional.
Entrecerró los ojos. Si no era físico, ¿qué era? Recordó cómo había aparecido después de que mencionara su nombre. Intentó una orden mental, simple y directa, como le daría a un perro de carga reacio: "Fuera."
La pantalla parpadeó, pero no desapareció. Sin embargo, el parpadeo sugirió una respuesta. Probó otra cosa, enfocándose en la palabra flotante "Bienvenido": "Estado."
La interfaz cambió, mostrando la misma estructura de pestañas que Elara había visto, pero la interpretación de Kaelen fue radicalmente diferente.
[ESTADO: Kaelen Reyes]
Nivel: 1
Puntos de Sistema (PS): 0
Estadísticas:
Fuerza: 9 (Alta)
Resistencia: 8 (Alta)
Agilidad: 5 (Baja)
Inteligencia: 4 (Muy Baja)
Percepción: 6 (Media)
Vitalidad: 75/75
Energía del Sistema: 100/100
Habilidades Conocidas:
* Combate Cuerpo a Cuerpo (Bruto) - Nv. 4
* Resistencia al Dolor (Pasiva) - Nv. 3
* Trabajo Pesado (Adaptado) - Nv. 5
* Supervivencia Urbana (Kratos) - Nv. 2
* [Vacío]
Confirmó lo que ya sabía: era fuerte y resistente. Las bajas puntuaciones en Agilidad e Inteligencia no le sorprendieron ni le importaron en ese momento. Eran lujos que rara vez le habían servido en Kratos. "Misiones," pensó.
[MISIONES]
Misiones Diarias (Nuevo Ciclo en 13h 55m):
[ ] Realizar 50 levantamientos de Viga de Permacero (Peso: ~300kg) (Recompensa: 10 PS)
[ ] Patrullar el perímetro del Refugio Comunitario Beta durante 2 horas (Recompensa: 8 PS, +5 Reputación [Refugio Beta])
[ ] Consumir >2500 Calorías Nutricionales (Recompensa: 5 PS)
Misiones Semanales (Nuevo Ciclo en 6d 9h):
[ ] Ganar una pelea clasificada en la Arena de Chatarreros (Recompensa: 60 PS, 50 Créditos Locales)
Misiones Mensuales/Anuales: [Bloqueado]
Penalización por Misión Diaria Ignorada (por misión): -5 PS o Debuff Temporal Aleatorio (Duración: 1 Día).
La penalización captó su atención. Un "Debuff" era una debilidad, y la debilidad era la muerte. Ignorar esto no era una opción. Las misiones parecían... factibles. Levantamientos, patrullar, pelear. Cosas que hacía o podía hacer. La de consumir calorías era un problema; la comida de calidad era escasa.
"Tienda," ordenó mentalmente, saltándose cualquier análisis más profundo de las misiones. Quería ver las recompensas tangibles.
[TIENDA DEL SISTEMA]
Mejoras de Estadísticas:
+1 Fuerza (Coste: 50 PS)
+1 Resistencia (Coste: 50 PS)
+1 Agilidad (Coste: 40 PS)
+1 Inteligencia (Coste: 60 PS) - Ignorado.
+1 Percepción (Coste: 45 PS)
Habilidades (Categoría Básica):
Combate Cuerpo a Cuerpo (Técnico) Nv. 1 (Coste: 75 PS) - ¿Técnico? El estilo bruto le servía.
Uso de Armas Improvisadas Nv. 1 (Coste: 65 PS) - Interesante.
Intimidación Nv. 1 (Coste: 55 PS) - Ya lo hacía sin puntos.
[Más opciones bloqueadas]
La mejora directa de Fuerza y Resistencia llamó su atención de inmediato. Cincuenta puntos. Necesitaba cinco misiones diarias como la de levantamiento para una sola mejora. Lento, pero era un camino claro hacia ser más fuerte.
Eligió la misión más directa: los levantamientos de viga. Conocía un depósito de construcción abandonado cerca donde había materiales de ese tipo. Era entrenamiento, y ahora daba puntos. Simple. "Aceptar Misión: Levantamientos de Viga."
[Aceptada] apareció junto al texto. Un contador Levantamientos: 0/50 se añadió a su visión periférica.
Salió del sótano y se dirigió al depósito. El sol de Aethelgard apenas lograba perforar la calima perpetua de Kratos, bañando las ruinas en una luz gris y opresiva. Encontró una viga de permacero arrancada de alguna estructura, parcialmente enterrada en escombros. Calculó el peso. Unos 300 kilos, quizás algo más. Un esfuerzo considerable incluso para él.
Se posicionó, agarró la viga con firmeza y tensó cada músculo de su cuerpo. Con un gruñido profundo que vibró en su pecho, levantó la viga hasta la altura de los hombros, la sostuvo un instante y la bajó controladamente. Uno. El contador cambió a 1/50.
Repitió el proceso. Una y otra vez. El sudor le empapó la piel, mezclándose con el polvo. Sus músculos ardían, protestando contra el esfuerzo repetitivo y brutal bajo la doble gravedad. Pero el contador subiendo era un foco claro, un objetivo tangible en medio del caos habitual de su existencia. Empujó más allá del punto donde normalmente se habría detenido, impulsado por la promesa de la recompensa. Veinte. Treinta. Cuarenta.
Cuando llegó al número cuarenta y cinco, oyó un ruido. Un par de miembros de los 'Perros de Escoria', los mismos matones de antes, lo observaban desde la entrada del depósito, con sonrisas burlonas en sus rostros sucios. Probablemente atraídos por el ruido o simplemente buscando problemas.
"Vaya, vaya, miren al buey de carga entrenando," dijo uno de ellos, sacando un tubo de metal oxidado.
Kaelen los ignoró, concentrándose en el levantamiento cuarenta y seis. Pero su presencia era una distracción peligrosa.
"¿Te estás poniendo fuerte para nosotros, Reyes?" se burló el otro, dando un paso adelante.
Cuarenta y siete. Su agarre resbaló ligeramente por el sudor y la tensión dividida. La viga se tambaleó. La corrigió con un esfuerzo violento, sintiendo un tirón doloroso en el hombro.
Cuarenta y ocho. Los matones se acercaban. Podía oler el hedor a alcohol barato y desesperación.
Cuarenta y nueve. Inspiró hondo, preparándose para el último levantamiento y la confrontación inevitable. Levantó la viga...
[Misión Diaria Completada. Recompensa: 10 Puntos de Sistema (PS).]
El mensaje brilló justo cuando bajaba la viga por última vez. El contador de PS cambió a 10. Pero la distracción momentánea fue suficiente. El primer matón se abalanzó, balanceando el tubo de metal hacia su cabeza.
Kaelen reaccionó por puro instinto, soltando la viga (que cayó con un estruendo) y girando, bloqueando el golpe con el antebrazo que Lena acababa de coser. El dolor fue agudo, desgarrador, y sintió que algunos puntos se soltaban. Rugió, no tanto de dolor como de furia, y contraatacó con una velocidad sorprendente para su tamaño. Un puñetazo directo al rostro del primer matón lo envió tambaleándose hacia atrás, sangrando por la nariz.
El segundo intentó apuñalarlo con un cuchillo improvisado. Kaelen esquivó el ataque por poco, el metal rasgando su costado superficialmente, y respondió con un rodillazo brutal al estómago que dejó al atacante sin aire, doblado en el suelo. El primero volvió a la carga, pero Kaelen lo interceptó, lo levantó del suelo y lo arrojó contra una pila de escombros con una fuerza aterradora. Se quedaron allí, gimiendo.
Kaelen se quedó de pie, respirando con dificultad, el hombro y el antebrazo palpitando de dolor, un nuevo corte sangrando en su costado. Miró a los matones derrotados, luego a la interfaz del Sistema que mostraba sus flamantes 10 PS.
La misión estaba completa. Había obtenido los puntos. Pero el coste había sido dolor, nuevas heridas y atraer más atención no deseada. Este Sistema... era una herramienta, sí. Podía hacerlo más fuerte. Pero no era magia. No eliminaba el peligro. Quizás incluso lo atraía.
Miró la Tienda de nuevo. 10 puntos. Insignificante comparado con los 50 que necesitaba para +1 de Fuerza o Resistencia. Podría guardarlos. O... miró la opción de "+0.1 Resistencia" por 5 PS. Podía comprar dos de esas ahora mismo. No era mucho, pero quizás ayudaría a soportar el dolor punzante de sus heridas mientras volvía a buscar a Lena, o mientras encontraba algo para comer.
Con un gruñido mental, gastó los 10 PS. [-10 PS. Resistencia +0.2] sintió un leve, casi imperceptible calor recorrer su cuerpo, el dolor quizás disminuyendo una fracción.
Se dio la vuelta y se alejó de los matones caídos y del depósito, dejando atrás el eco de sus gemidos. El Sistema era una herramienta. Había que usarla. Pero había que ser más fuerte, sí, y tal vez... solo tal vez, un poco más cuidadoso. Las reglas del Distrito Kratos seguían vigentes.
Fin del Capítulo 4.