Capítulo 8: Kaelen - Deudas y Sombras

El sabor metálico de la sangre en la boca era familiar, casi reconfortante en su normalidad. Kaelen escupió en el polvo del callejón mientras se alejaba de la cacofonía de la Arena de Chatarreros. Le dolía el hombro donde había bloqueado el tubo, el corte en el costado ardía, y la rodilla que había usado para golpear al Machacador protestaba sordamente. Nada que no hubiera sentido antes. Pero los 62 PS brillando en su interfaz y los 50 créditos pesando en su bolsillo eran nuevos.

Su primer impulso fue directo, pragmático. La Tienda del Sistema.

[ESTADO: Kaelen Reyes]

PS: 62

Agilidad: 6

"Tienda."

+1 Fuerza (Coste: 50 PS)

+1 Resistencia (Coste: 50 PS)

Dudó solo un instante. La fuerza era tentadora, siempre lo era. Más fuerza significaba menos esfuerzo en el trabajo, más dominio en las peleas. Pero la Resistencia... significaba aguantar más. Soportar el dolor, la fatiga, las heridas. Significaba durar más que el otro tipo. En Kratos, durar era a menudo más importante que golpear más fuerte.

"Comprar: +1 Resistencia."

[-50 PS. Resistencia 8 -> 9]

Le quedaron 12 PS. Sintió el mismo calor sutil que la vez anterior, quizás un poco más intenso. El dolor de sus heridas no desapareció, pero pareció... retroceder un poco, volverse más manejable. Asintió para sí mismo. Buena inversión.

Su siguiente parada fue la clínica improvisada de Lena. Era tarde en el ciclo oscuro, pero una luz tenue aún brillaba desde dentro. La encontró limpiando y organizando lo que quedaba de sus suministros después del vandalismo.

Sin decir palabra, Kaelen puso los 50 créditos sobre la pequeña mesa.

Lena levantó la vista, sorprendida. Vio los créditos, luego miró a Kaelen, notando las nuevas magulladuras en su rostro, la sangre seca en su ropa. Su expresión se endureció ligeramente.

"La Arena," dijo ella, no como una pregunta.

Kaelen no respondió, solo mantuvo la mirada.

Ella suspiró, un sonido cargado de frustración y algo más... ¿preocupación? Recogió los créditos lentamente. "Gracias, Kaelen. Esto... ayudará. Mucho." Hizo una pausa. "Pero no puedes seguir haciendo esto. Un día, no te levantarás de ese círculo."

"Sobrevivo," fue su única respuesta.

"Hay otras formas," insistió ella suavemente.

Él pensó en el Sistema, en los puntos, en las mejoras. ¿Era esto una "otra forma"? Era diferente, sí, pero el camino seguía pavimentado con violencia y riesgo. No dijo nada.

Lena pareció entender que no iba a obtener más respuesta. "¿Heridas nuevas?" preguntó, su tono volviéndose profesional.

Él asintió brevemente hacia su costado y su antebrazo. Ella lo examinó, limpió el nuevo corte, reforzó las suturas del anterior. Trabajaron en un silencio familiar, una rutina sombría en medio del caos.

Mientras ella terminaba, él recordó las palabras de Gus: Gente rara haciendo preguntas... buscando 'talentos especiales'... niños... luchadores que mejoran demasiado rápido...

Rompió el silencio. "¿Has oído... algo raro últimamente? ¿Gente preguntando? ¿Extraños?"

Lena frunció el ceño, terminando de asegurar un vendaje. "Siempre hay extraños en Kratos, Kaelen. Recaudadores de deudas, traficantes de paso, espías de bandas rivales..." Se detuvo, pensativa. "Pero... sí, ahora que lo mencionas. Hace un par de ciclos. Un hombre. No era de por aquí. Demasiado limpio, aunque intentaba no parecerlo. Hacía preguntas discretas en el mercado negro sobre 'activos con potencial'. Nadie sabía qué quería decir. Pensaron que buscaba luchadores para alguna arena más grande o trabajadores para una mina nueva."

"¿Cómo era?"

"Alto. Delgado. Ojos fríos. Se movía... con cuidado. Como un depredador fingiendo ser inofensivo." La descripción era vaga, pero encajaba con la sensación de peligro que Gus había insinuado.

"Si vuelve, o ves a otros como él, avísame," dijo Kaelen.

Lena lo miró, la preocupación volviendo a sus ojos. "¿Por qué? ¿Qué está pasando, Kaelen?"

"Nada. Solo... curiosidad," mintió él. No podía explicarle lo del Sistema, ni la sensación de que algo más grande y peligroso se estaba moviendo en las sombras. Era una carga que debía llevar solo.

Se levantó para irse. Lena puso una mano en su brazo (no el herido). "Ten cuidado," repitió, y esta vez, su voz era puramente personal, cargada de una emoción que él rara vez encontraba.

Él asintió una vez, un gesto mínimo, y salió a la noche de Kratos.

Mientras caminaba de regreso a su refugio, las piezas giraban en su mente pragmática. El Sistema lo hacía mejorar más rápido de lo normal. Gente sospechosa buscaba individuos que "mejoraban rápido" o tenían "potencial", y también preguntaban por niños. ¿Estaban buscando a otros como él? ¿Otros con Sistemas? ¿O lo buscaban a él específicamente?

La advertencia de Gus y la observación de Lena no eran pruebas, pero eran patrones. Y en Kratos, ignorar patrones era estúpido.

Llegó a su sótano y revisó la interfaz del Sistema. 12 PS restantes. Nuevas misiones diarias disponibles. Necesitaba seguir acumulando puntos, seguir fortaleciéndose. Pero ahora, una nueva capa de precaución se añadió a su rutina. Tenía que ser fuerte, sí, pero también tenía que ser menos visible. Mejorar sin llamar la atención de esas "sombras" que hacían preguntas.

Una Misión Diaria captó su atención: [ ] Observar los puntos de entrada/salida del Distrito Kratos (Sector Norte) durante 3 horas sin ser detectado (Recompensa: 12 PS, +5 Percepción Temporal)

Observar. Sin ser detectado. No era su estilo habitual de acción directa, pero encajaba con su nueva necesidad de precaución y recopilación de información. Y la recompensa, aunque modesta, ofrecía un aumento temporal de Percepción. Podría ser útil.

"Aceptar Misión: Observación Sector Norte."

Se preparó para salir de nuevo. La noche era larga, y las sombras de Kratos escondían más que solo matones y desesperación. Ahora, parecía que también escondían cazadores. Y Kaelen no tenía intención de convertirse en la presa.

Fin del Capítulo 8.