Capítulo 14: Elara - Cuenta Atrás

El instinto de supervivencia anuló cualquier pensamiento racional. Elara se lanzó de cabeza al estrecho y oscuro pasaje que se había abierto en la pared, justo cuando el siseo del gas neurotóxico llenaba el apartamento de Thorne a sus espaldas. Aterrizó torpemente en un suelo polvoriento, el impacto sacudiéndole los huesos a pesar de la oscuridad. Detrás de ella, oyó el mecanismo de la puerta secreta comenzando a cerrarse automáticamente. No había vuelta atrás.

Se puso en pie de un salto, la advertencia del Sistema brillando en rojo urgente en su visión: [Tiempo restante: 58s]

El pasaje era apenas más ancho que sus hombros y completamente oscuro más allá del alcance de sus gafas de visión nocturna. Parecía descender en un ángulo pronunciado, siguiendo quizás la línea de algún conducto estructural olvidado. El aire aquí era rancio y quieto, pero, crucialmente, libre del olor químico dulzón del gas.

Corre.

Empezó a moverse tan rápido como se atrevía, medio agachada, con una mano tanteando la pared para mantener el equilibrio en la oscuridad inclinada. El suelo era irregular, cubierto de escombros finos que crujían bajo sus botas.

[Tiempo restante: 50s]

El descenso se niveló brevemente antes de convertirse en una escalera de caracol metálica, aún más estrecha, que se hundía en las profundidades del edificio. El metal vibraba ligeramente bajo sus pies, transmitiendo el pulso sordo de la maquinaria del Caelus. Empezó a bajar los escalones de dos en dos, el sonido metálico de sus pasos resonando claustrofóbicamente.

A pesar de haber escapado del grueso del gas, sintió un ligero mareo, una sensación de flotación desagradable que luchaba contra la pesadez de la gravedad. Debía haber inhalado algo. Le dificultaba la concentración, ralentizaba sus reacciones una fracción de segundo vital.

[Tiempo restante: 40s]

La escalera parecía interminable. ¿Adónde demonios llevaba esto? ¿A los niveles inferiores? ¿A las alcantarillas? ¿A una trampa aún peor? La paranoia de Thorne era un laberinto en sí misma.

De repente, la escalera terminó abruptamente frente a una puerta metálica sólida. Sin cerradura visible, solo una superficie lisa. Empujó. No se movió. Golpeó. Metal macizo. Revisó los bordes con los dedos. Sellada.

[Tiempo restante: 32s]

El pánico amenazó con aflorar. No. Piensa. Sacó el escáner de Jax. Detectó un mecanismo de cierre magnético interno, similar al de la puerta secreta, pero sin un interruptor obvio. ¿Cómo lo activaba Thorne desde este lado?

Escaneó la pared junto a la puerta. Nada. El techo. Nada. El suelo... una débil firma energética bajo una placa metálica suelta en el suelo justo delante de la puerta. Un sensor de presión, probablemente. Pero no para activar una alarma, sino para desbloquear la puerta al pisarlo. Una medida para asegurar que solo alguien que supiera de su existencia pudiera abrirla desde este lado.

Pisó la placa. Oyó un clic sordo desde dentro de la puerta. Volvió a empujar. Cedió, abriéndose hacia adentro.

[Tiempo restante: 25s]

Se lanzó a través de la puerta hacia... otro pasillo de servicio. Más ancho que el pasaje secreto, con iluminación de emergencia funcional, pero claramente en desuso. Telarañas, polvo acumulado, el olor a abandono. Miró la señalización en la pared: Nivel 23. Había bajado 24 pisos.

El pasaje se extendía en ambas direcciones. ¿Cuál tomar? El Sistema no ofrecía guía. Confió en su instinto. Giró a la derecha, hacia donde el aire parecía ligeramente menos estancado. Corrió, sus pasos ahora más seguros sobre el suelo nivelado, pero el mareo persistía.

[Tiempo restante: 15s]

El pasillo terminó en una T. A la izquierda, más oscuridad. A la derecha, una puerta estándar de acceso a un cuarto de mantenimiento, con una pequeña ventana rejillada. Vio luz normal al otro lado.

[Tiempo restante: 8s]

Se abalanzó sobre la puerta. Cerradura electrónica simple. Su habilidad de Seguridad de Redes Nivel 1 le susurró la vulnerabilidad más probable: una sobrecarga del circuito de datos. Usó su datapad y un cable modificado, enviando una ráfaga de datos basura al puerto de diagnóstico de la cerradura. El indicador parpadeó erráticamente y luego se puso verde.

[Tiempo restante: 3s]

Abrió la puerta de golpe y tropezó al salir a... un cuarto de limpieza del piso 23. Fregadoras automáticas aparcadas, estantes con productos de limpieza, el olor familiar a desinfectante. ¡Aire limpio!

[Tiempo restante: 0s]

[Misión Urgente Completada. Recompensa: 20 PS.]

Elara se apoyó contra la pared, jadeando, el corazón latiéndole desbocado. El mareo empezó a disminuir gradualmente al respirar aire fresco. Lo había logrado. Por los pelos.

[PS: 72]

Miró a su alrededor. Estaba fuera del pasaje secreto, fuera del alcance inmediato del gas. Pero seguía en el piso 23 del Edificio Caelus, un lugar donde no debería estar. Tenía el archivo del datapad copiado. Tenía la nueva habilidad. Tenía la información del diario de Thorne sobre ella y el Sistema. Y estaba casi segura de que alguien, ya fuera el sistema automático de Thorne o un observador remoto, sabía que alguien había estado en el apartamento.

El subidón de adrenalina comenzó a bajar, reemplazado por un agotamiento profundo y una paranoia renovada y amplificada. Necesitaba salir del edificio. No por los conductos esta vez; era demasiado lento y probablemente ya estarían bajo vigilancia. Necesitaba mezclarse, encontrar una salida a nivel de calle o a través de los niveles de transporte público subterráneo, y desaparecer en el anonimato de Neo-Veridia.

Guardó su datapad y herramientas, se aseguró de que su apariencia no fuera demasiado sospechosa (aparte de estar sucia y sudada), y escuchó en la puerta del cuarto de limpieza que daba al pasillo principal del piso 23.

Silencio. Por ahora.

Era hora de la segunda fase: la exfiltración. Y sospechaba que podría ser tan peligrosa como la infiltración.

Fin del Capítulo 14.