Capítulo 27: Elara - Decisiones Divididas

El tiempo se fracturó. Un segundo para evaluar, un segundo para decidir, un segundo para actuar. Las voces al otro lado de la puerta eran profesionales, tranquilas, el sonido de gente entrenada acercándose a una amenaza conocida. No eran los matones del Distrito Kratos ni la seguridad privada sobornable. Eran la PNV, en su propio terreno, y ella estaba atrapada.

El núcleo. Era el objetivo principal. La llave para obtener la ayuda de Jax, para llegar al Sector Kappa, para seguir la pista de Maya, para entender más sobre Grado Cero. Era esencial.

El fragmento. Era personal. Una conexión tangible con sus padres, con el misterio de Sphaera Cognita, quizás incluso con el propio Sistema. Podría no tener otra oportunidad de recuperarlo.

No podía coger ambos y salir limpiamente. Necesitaba velocidad.

Decisión. El núcleo. La misión, la supervivencia a largo plazo, tenían que prevalecer sobre el impulso personal.

Con una velocidad que sorprendió incluso a sí misma (¿efecto residual del entrenamiento, la adrenalina, o el Sistema?), agarró la caja acolchada que contenía el núcleo cuántico. Mientras lo hacía, su mirada se desvió de nuevo al fragmento metálico. Con un movimiento casi inconsciente, golpeó el estante con el codo al retirar la caja del núcleo, haciendo que la caja más pequeña con el fragmento cayera al suelo detrás de la estantería, fuera de la vista inmediata. No podía llevárselo, pero quizás... quizás nadie más lo encontraría fácilmente si la situación se volvía caótica. Un pequeño acto de preservación impulsiva.

Ahora, la salida. La puerta principal era un suicidio. Tenía que haber otra forma. Escaneó frenéticamente la sala con su Percepción Nivel 7, buscando cualquier cosa fuera de lugar: un panel de acceso, un conducto de ventilación, una trampilla en el suelo...

Al fondo de la sala, parcialmente oculto por unas estanterías altas cargadas de equipos electrónicos confiscados, vio una puerta diferente. Más pequeña, metálica, sin cerraduras visibles desde este lado, marcada con un símbolo de "Peligro Biológico" y "Acceso Restringido". ¿Un incinerador? ¿Un conducto de desechos peligrosos? Era una apuesta terrible, pero era la única alternativa a la puerta principal.

Oyó el inconfundible sonido de una tarjeta de acceso deslizándose por un lector fuera de la puerta principal. Segundos.

Corrió hacia la puerta de "Peligro Biológico", la caja del núcleo cuántico sujeta firmemente bajo un brazo. Llegó a la puerta. Tenía una barra de pánico en el interior. La golpeó con todo su peso.

La puerta cedió, abriéndose hacia un túnel estrecho y oscuro con un ligero ángulo descendente. Olía fuertemente a químicos y... a quemado. Un conducto de eliminación de desechos especiales, probablemente directo a un incinerador o a una planta de procesamiento en los niveles más profundos.

Escuchó gritos desde el almacén principal justo cuando la puerta se cerraba de golpe detrás de ella. "¡Intruso! ¡Va hacia el conducto de desechos!"

Se lanzó por el tobogán oscuro. Era más empinado y rápido que el de basura del Edificio Caelus. Se deslizó a una velocidad alarmante, golpeándose contra las paredes metálicas, el olor químico haciéndole picar los ojos. Escuchó sonidos metálicos detrás de ella. ¿La estaban siguiendo? ¿O estaban intentando sellar el conducto?

El tobogán terminó abruptamente, depositándola con un golpe sordo en una cámara grande y cavernosa. El calor era intenso aquí, y el aire vibraba con el rugido bajo de enormes incineradores al fondo de la sala. Estaba en la planta de procesamiento de desechos peligrosos, probablemente en el Sub-sótano 4 o incluso más abajo.

[Advertencia: Temperatura ambiente elevada. Exposición prolongada puede causar estrés térmico.]

[Advertencia: Presencia de toxinas residuales en el aire. Se recomienda limitar la exposición.]

Genial. De la sartén a las brasas.

Vio operarios con trajes de protección moviéndose a lo lejos, supervisando cintas transportadoras que llevaban bolsas selladas hacia las fauces ardientes de los incineradores. Tenía que salir de allí antes de que la vieran o de que la seguridad llegara desde arriba.

Se agachó detrás de una pila de contenedores metálicos vacíos, orientándose. Vio una serie de puertas de acceso de personal en una pared lateral, probablemente conectadas a corredores de servicio o vestuarios. Ese era su camino.

Se movió de contenedor en contenedor, usando el ruido ensordecedor de la maquinaria para cubrir sus pasos. El calor era sofocante. Llegó a la pared lateral y eligió una puerta al azar que parecía llevar en dirección opuesta a la entrada principal de la planta. La cerradura era simple, probablemente para uso del personal. La forzó rápidamente con una ganzúa.

Dentro, un corredor de servicio estrecho y mal iluminado. Mejor. Más frío. Corrió por el corredor, siguiendo las señales que indicaban "Salida" o "Niveles Superiores". Subió varias escaleras de servicio, atravesó más corredores, siempre escuchando, siempre vigilando. No oyó ninguna señal de persecución inmediata. Parecía que su elección del conducto de desechos los había despistado, al menos temporalmente.

Finalmente, después de lo que pareció otra eternidad de moverse por las entrañas del edificio, llegó a una puerta que daba a un aparcamiento subterráneo poco utilizado, probablemente para vehículos de servicio o personal de bajo nivel. El aire aquí olía a gases de escape y neumáticos. Estaba cerca de la superficie.

Forzó la cerradura de un coche de servicio viejo y discreto. Puenteó el encendido (una habilidad básica que había aprendido hacía años). El motor tosió y cobró vida. Condujo lentamente hacia la rampa de salida, manteniendo la cabeza baja. El guardia de la garita de salida apenas levantó la vista de su pantalla, probablemente asumiendo que era un vehículo autorizado. Le hizo un gesto para que pasara.

Salió a las calles de Neo-Veridia justo cuando el primer indicio del nuevo ciclo comenzaba a aclarar el cielo nocturno. Estaba fuera. Libre.

Condujo durante varios bloques, luego abandonó el vehículo en un callejón discreto, limpiando sus huellas dactilares lo mejor que pudo. Se dirigió a pie hacia los niveles inferiores, el corazón aún latiéndole con fuerza, la caja con el núcleo cuántico (ahora escondida bajo su chaqueta) sintiéndose increíblemente pesada.

Lo había logrado. Había robado a la PNV y había salido viva.

[Misión Completada: Adquirir 'Núcleo de Procesamiento Cuántico (Dañado/Obsoleto)'. Recompensa: Núcleo Cuántico añadido al inventario del Sistema (temporalmente hasta entrega), +75 PS.]

[PS: 2 + 75 = 77]

Miró su nuevo total de puntos. 77 PS. Y el núcleo para Jax. Había valido la pena el riesgo demencial. Pero también sabía que acababa de escalar la situación a un nivel completamente nuevo. Ahora no solo era una ladrona de datos de bajo nivel; era alguien que había penetrado la seguridad de la Jefatura Central de la PNV. Su perfil de amenaza acababa de dispararse exponencialmente.

Necesitaba entregarle el núcleo a Jax, conseguir el equipo e irse al Sector Kappa lo antes posible. Neo-Veridia se estaba volviendo demasiado caliente para ella.

Fin del Capítulo 27.