Capítulo 28: Elara - El Intercambio y la Partida

Elara no regresó directamente a su cubículo. Era demasiado arriesgado. Si la PNV o Grado Cero la estaban buscando activamente, podrían estar vigilando sus lugares conocidos. En lugar de eso, se dirigió a uno de sus escondites secundarios: un espacio olvidado sobre los conductos de ventilación de una estación de metro abandonada en los niveles inferiores. Era incómodo, polvoriento y olía a moho, pero era anónimo y ofrecía múltiples rutas de escape.

Allí, finalmente se permitió un breve descanso. Comió una barra de nutrientes, bebió agua reciclada y evaluó su situación. Tenía el núcleo cuántico almacenado temporalmente en el inventario del Sistema (una función que no sabía que existía hasta que la misión se completó, probablemente para asegurar la integridad del objeto de misión). Tenía 77 PS. Tenía información fragmentada pero crucial sobre Sphaera Cognita, Grado Cero y su propia conexión con todo ello. Y tenía una misión autoimpuesta: investigar el complejo en el Sector Kappa para encontrar a Maya o averiguar qué estaba pasando allí.

Necesitaba contactar a Jax. Usó un comunicador desechable y encriptado que guardaba para emergencias, enviando un mensaje simple a un canal seguro que compartían: "Objeto asegurado. Necesito verte. Lugar habitual, no taller. Máxima discreción."

La respuesta de Jax llegó unos minutos después: "Entendido. Dame una hora. Y sí, discreción absoluta. Las cosas están raras por aquí."

Una hora. Tiempo suficiente para prepararse mentalmente y explorar sus opciones con los PS. 77 puntos. No era suficiente para una mejora a nivel Intermedio de Sigilo o Hacking (costaban 100 y 90 respectivamente). Podía comprar +1 de Agilidad (40 PS) y guardar el resto, o +1 de Inteligencia (60 PS), o quizás una habilidad básica nueva como Primeros Auxilios (60 PS), que podría ser útil en el Sector Kappa.

Decidió esperar. Guardar los puntos hasta que tuviera una idea más clara de lo que necesitaría en el complejo abandonado. La flexibilidad era clave.

Pasada la hora, se dirigió al "lugar habitual": el ruinoso cine abandonado donde a veces se encontraban para intercambios discretos. Entró por una salida de emergencia lateral y se movió entre las filas de asientos polvorientos y rotos hasta la oscuridad del fondo de la sala.

Jax ya estaba allí, una silueta nerviosa en la penumbra. "¿Lo tienes?", susurró, su voz tensa.

Elara asintió. Abrió la interfaz del Sistema (invisible para Jax) y seleccionó el núcleo cuántico del inventario. "Sistema: Materializar objeto de misión #NQC-01."

La caja acolchada apareció en sus manos de la nada. Jax dio un respingo, sus ojos se abrieron como platos. "¿Qué...? ¿Cómo...?"

"Magia," dijo Elara secamente, entregándole la caja. "Verifícalo."

Con manos temblorosas, Jax abrió la caja. Dentro, el cilindro cerámico oscuro descansaba sobre el acolchado. Jax sacó un pequeño escáner de diagnóstico de su bolsillo y lo pasó sobre el objeto. La pantalla de su escáner mostró lecturas complejas.

"Es... es real," murmuró, asombrado. "Un núcleo clase Delta, modelo antiguo, sí, y los puertos están fritos... pero la matriz cuántica interna... parece intacta. ¡Esto es increíble, Elara! ¿Dónde...?"

"No preguntes," lo cortó ella. "Tenemos un trato. Necesito el equipo para el Sector Kappa. Y lo necesito rápido. La gente que te hizo preguntas... creo que están relacionados con el lugar al que voy."

La mención de esa gente borró la fascinación tecnológica del rostro de Jax, reemplazándola por una preocupación renovada. "Entendido. Lo tengo casi todo listo. Me arriesgué un poco, usé algunos favores que preferiría no haber gastado."

Guió a Elara a un rincón oscuro donde había escondido una mochila grande y pesada. "Transporte: he 'tomado prestado' un deslizador terrestre de carga modificado. Blindaje ligero, motor silencioso, compartimento oculto. Está aparcado a tres niveles de aquí, listo para salir por las rutas de servicio de carga. Te daré las coordenadas y el código de acceso."

Abrió la mochila. "Protección: un traje ambiental básico sellado, filtros de aire de grado industrial. Debería protegerte de la mayoría de los tóxicos atmosféricos del Kappa, pero no es para inmersión. Herramientas: cortadora de plasma de mano (silenciosa pero lenta), inhibidor de frecuencia de corto alcance (agota la batería rápido), kit de ganzúas electrónicas avanzado (mejor que el tuyo), y algunas cargas adhesivas de baja potencia, por si necesitas... abrir algo a la fuerza."

Finalmente, sacó un objeto envuelto en tela aceitada. "Y el arma. Una pistola de proyectiles sólidos (PPS) modelo 'Stinger'. Compacta, fiable, con silenciador incorporado y dos cargadores de munición subsónica perforante. No es militar, pero es lo mejor que pude conseguir sin llamar demasiado la atención. Es limpia, sin registros."

Elara examinó el equipo. Era exactamente lo que necesitaba, y más. Jax se había superado. El deslizador era la clave para el transporte discreto. El traje y las herramientas eran esenciales. Y el arma... le daba una opción letal que antes no tenía, aunque esperaba no tener que usarla.

"Gracias, Jax," dijo sinceramente, empezando a guardar el equipo más pequeño en su propia mochila.

"Solo... vuelve de una pieza, ¿quieres?" dijo él en voz baja, evitando su mirada mientras le entregaba un datapad desechable con las coordenadas del deslizador y el código. "Y deshazte de ese comunicador después de confirmar que tienes el vehículo. A partir de ahora, contacto cero hasta que vuelvas. Por la seguridad de ambos."

Elara asintió. "Entendido." Se colgó la mochila más pesada, sintiendo el peso del nuevo equipo y la gravedad de la situación. "Cuídate, Jax."

"Tú también, fantasma," murmuró él.

Sin más palabras, Elara se deslizó fuera del cine abandonado y se dirigió hacia las coordenadas del deslizador. El intercambio había sido un éxito. Tenía el equipo, tenía los puntos, tenía una pista. Ahora solo quedaba el viaje al Sector Kappa y enfrentarse a lo que fuera que Grado Cero estuviera haciendo en ese complejo abandonado.

Mientras navegaba por los niveles inferiores hacia el punto de encuentro, no podía evitar sentir que estaba cruzando un umbral. La vida de simple supervivencia había terminado. Ahora estaba cazando activamente las sombras, y sabía que las sombras, tarde o temprano, empezarían a cazarla a ella.

Fin del Capítulo 28.