El pasillo principal era un marcado contraste con el sótano polvoriento del que acababa de emerger. Las paredes eran lisas, de un blanco clínico que reflejaba la iluminación fría y uniforme del techo. El suelo era de un polímero pulido que amortiguaba ligeramente sus pasos, pero aun así, Elara se movía como si caminara sobre cristales rotos, su Sigilo Nivel 3 en alerta máxima. El aire era filtrado, estéril, con un ligero trasfondo químico que no lograba enmascarar del todo la sensación de abandono que impregnaba las secciones más antiguas del complejo.
Avanzó por el corredor, siguiendo las señales que apuntaban hacia los "Laboratorios Ala Oeste". Cada puerta que pasaba era una incógnita. La mayoría eran de metal sólido con lectores de tarjetas de acceso. Usó su habilidad de Seguridad de Redes Nv. 2 para sondear las cerraduras electrónicas cercanas. Algunas eran modelos más antiguos y pudo detectar su estado (cerrado, sin alimentación), pero otras, especialmente las que llevaban el símbolo de "Peligro Biológico" o "Acceso Restringido", usaban protocolos encriptados que su habilidad básica no podía penetrar.
En una bifurcación, oyó voces acercándose. Se deslizó instantáneamente en el hueco de una puerta de una oficina oscura y claramente abandonada (la cerradura había sido forzada o estaba desactivada). Observó a través de la rendija mientras dos guardias con equipo táctico completo pasaban, hablando en voz baja.
"...el nuevo protocolo de contención es una pesadilla," decía uno. "Doble verificación para todo."
"Mejor eso que otra 'incidente' como el del mes pasado," respondió el otro. "Dicen que el nuevo... 'activo'... es particularmente inestable."
¿Nuevo activo? ¿Se referían a Maya? La palabra "inestable" envió un escalofrío por la espalda de Elara.
Los guardias siguieron su camino. Elara esperó a que sus pasos se desvanecieran antes de salir de la oficina. El breve intercambio había sido revelador. Había habido incidentes. Había protocolos estrictos. Y tenían a alguien (o algo) nuevo en contención que consideraban inestable.
Continuó su avance, ahora más decidida a encontrar información concreta. Necesitaba un mapa, una visión general de este lugar. Las oficinas abandonadas eran un callejón sin salida, llenas solo de muebles volcados y polvo. Necesitaba una sala de control, un puesto de seguridad, algún lugar con un terminal de datos activo.
Encontró lo que parecía ser una antigua sala de monitorización de seguridad, las pantallas en la pared en su mayoría oscuras o mostrando estática, pero una de las consolas tenía una luz de encendido parpadeando débilmente. La puerta estaba cerrada con una cerradura electrónica de nivel medio.
Se puso a trabajar. Conectó su datapad. Su Hacking Básico Nv. 1, combinado con Seguridad Nv. 2, fue suficiente esta vez. Identificó el sistema operativo (una versión antigua y sin parches de un sistema corporativo), encontró una vulnerabilidad conocida en el protocolo de autenticación de red local y la explotó para obtener acceso de bajo nivel al terminal.
La interfaz era lenta, arcaica, pero funcional. Buscó mapas del complejo. Encontró varios, la mayoría desactualizados, pero al superponerlos pudo hacerse una idea de la distribución general. El Ala Oeste albergaba principalmente laboratorios (muchos marcados como "desmantelados" o "en cuarentena"). El Ala Este contenía oficinas administrativas y zonas de personal. Y debajo de todo, en un nivel inferior al sótano donde ella había entrado, estaba la "Zona de Contención Primaria", marcada con múltiples advertencias de seguridad y acceso de nivel Alfa.
Buscó registros de personal o ingresos recientes. La mayoría estaban borrados o inaccesibles para su nivel de autorización, pero encontró una entrada fragmentada en un registro de logística interna: "Recepción de Unidad de Transporte CRYO-X7 - Contenido: Sujeto Pediátrico - Designación Temporal: Espécimen 14 - Destino: Contención Primaria, Nivel Gamma."
CRYO-X7. Los últimos caracteres coincidían con la matrícula parcial del vehículo que había rastreado. Espécimen 14. Sujeto Pediátrico. Era Maya. Estaba aquí, en la Zona de Contención Primaria.
[Objetivo Primario Actualizado: Localizar Espécimen 14 (Maya) en Zona de Contención Primaria.]
Intentó acceder a más información sobre la Zona de Contención. Los archivos estaban fuertemente encriptados, pero pudo extraer algunos metadatos y diagramas de bajo nivel. Era un área subterránea, con múltiples cámaras de contención individuales, sistemas de soporte vital independientes y protocolos de seguridad redundantes. Acceder allí sería exponencialmente más difícil que llegar hasta aquí. Los diagramas mostraban un único ascensor de carga principal y un hueco de escalera de emergencia como accesos conocidos, ambos probablemente vigilados de cerca y requiriendo autorizaciones de alto nivel.
También encontró referencias a "firmas bio-eléctricas anómalas" en las notas de monitorización de la Zona de Contención, vinculadas a protocolos específicos de "amortiguación de campo". Esto resonaba con las notas de Thorne y reforzaba la idea de que Grado Cero no solo estaba interesado en el Sistema, sino en las características biológicas de los portadores.
Mientras descargaba los mapas y los datos fragmentados a su datapad, oyó un sonido distante, débil pero inconfundible a través de las paredes del complejo silencioso. Un grito. Un grito infantil, ahogado rápidamente, seguido por el sonido metálico de una puerta pesada cerrándose. Provenía de la dirección general de la Zona de Contención, de los niveles inferiores.
¿Era Maya? ¿Le estaban haciendo daño?
La urgencia la golpeó con fuerza física. Ya no se trataba solo de completar una misión o buscar información. Se trataba de una niña atrapada, asustada, y potencialmente en grave peligro.
Necesitaba llegar a la Zona de Contención. Ya.
Miró los mapas en su datapad. El ascensor principal y la escalera de emergencia eran las rutas obvias, y por lo tanto, las más vigiladas. Pero los diagramas también mostraban una red de conductos de servicio y ventilación que conectaban los diferentes niveles, similar a cómo había entrado. Eran rutas más lentas, más difíciles, pero potencialmente menos vigiladas. Uno de esos conductos parecía originarse cerca de esta sala de monitorización y descender hacia los niveles inferiores, pasando cerca de la Zona de Contención.
Era su mejor opción.
Desconectó su datapad, borrando sus rastros del terminal lo mejor que pudo. Localizó la entrada al conducto de servicio indicada en el mapa, oculta detrás de un panel de mantenimiento suelto en la misma sala de monitorización.
El camino por delante sería oscuro, estrecho y peligroso. Pero el grito ahogado resonaba en su mente. Tenía que intentarlo.
Fin del Capítulo 32.