Capítulo 45: Kaelen – Pasos en la Penumbra

La decisión de actuar fue como romper un dique. La tensión acumulada durante semanas de inmovilidad forzada se canalizó en un movimiento fluido y silencioso. Kaelen descendió de su percha en la viga oxidada, sus botas apenas haciendo ruido sobre el metal cubierto de mugre. La lluvia ácida seguía cayendo, un velo siseante que amortiguaba los sonidos más ásperos de Kratos y le ofrecía una capa adicional de cobertura.

Su destino: el refugio de Lena. Estaba a varios bloques de distancia, a través de un laberinto de callejones traicioneros y estructuras industriales derrumbadas. El camino era peligroso en el mejor de los ciclos; ahora, con los Chacales Grises aparentemente más activos y la sombra invisible de Grado Cero acechando, era casi suicida. Pero la imagen del rostro preocupado de Lena, el recuerdo de su advertencia, lo impulsaba hacia adelante.

Se movió pegado a las paredes, utilizando cada sombra, cada montón de escombros, como cobertura. Su Percepción P7 trabajaba a pleno rendimiento, analizando el entorno con una intensidad casi febril. Oía el goteo del agua en tuberías rotas, el zumbido lejano de maquinaria pesada, el crujido de metal bajo tensión estructural. Más importante aún, oía los pasos.

Un grupo de tres, pesados, descuidados. Chacales, sin duda. Se dirigían hacia su posición desde un callejón transversal. Kaelen se deslizó en la profunda oscuridad de un hueco de puerta tapiado, conteniendo la respiración, su cuerpo tenso como un resorte. Podía oler el hedor rancio de sus ropas mojadas y el acre aroma del estimulante barato que probablemente habían consumido.

Pasaron de largo, sus voces ásperas discutiendo sobre algún ajuste de cuentas o un territorio disputado. Kaelen esperó a que el sonido de sus pasos se alejara antes de salir de su escondite. Una notificación discreta parpadeó en su visión periférica.

[Sistema: Misión Diaria Completada - Evadir Patrulla Chacal (D). Recompensa: +1 PS.]

[PS: 2 -> 3]

Un solo punto. Era casi insultante, pero mejor que nada. Cada PS era un paso infinitesimal hacia la posibilidad de escapar, de tener opciones. Tres puntos. Seguía siendo patéticamente poco.

Continuó su avance, el incidente reforzando su cautela. El dispositivo de escucha que había plantado semanas atrás permanecía en silencio en su oído interno – no captaba transmisiones activas de GC en ese sector en ese momento, pero eso no significaba nada. Podrían estar usando otros métodos, o simplemente no estar hablando. La ausencia de evidencia no era evidencia de ausencia, especialmente con Grado Cero.

A medida que se acercaba a la zona donde Lena había establecido su refugio –un sector relativamente tranquilo (para los estándares de Kratos) de viviendas abandonadas–, una nueva clase de tensión se apoderó de él. Este lugar, aunque ruinoso, tenía una sensación diferente. Menos actividad industrial abierta, más escondites, más lugares donde la gente podía desaparecer… o ser desaparecida.

Usó su Percepción P7 para escanear el área antes de acercarse al edificio específico. Buscó señales de vigilancia: figuras inmóviles en las ventanas, reflejos extraños, cualquier cosa fuera de lugar. Vio a un par de adictos acurrucados en un portal, temblando; oyó el llanto lejano de un niño; vio ratas del tamaño de gatos pequeños escabullirse entre la basura. Nada abiertamente sospechoso, pero la sensación de ser observado persistía, una picazón constante bajo su piel.

Se detuvo en la esquina opuesta al edificio de Lena, oculto tras un pilar de hormigón desconchado. Estaba a punto de cruzar la calle anegada cuando otra notificación del Sistema apareció, más prominente esta vez.

[Sistema: Nueva Misión Menor Disponible]

[Misión: Interferencia Oportunista (M)]

[Objetivo: Localizar y recuperar unidad de datos de comunicador Chacal activo en las cercanías (Radio: 50m). Datos relacionados con movimientos de patrulla recientes.]

[Recompensa: 15 PS, Componente Electrónico Básico x1]

[Penalización por Fracaso/Ignorar (Tras Aceptación): -5 PS, Aumento de Atención Chacal en la zona.]

[¿Aceptar Misión? S/N]

Kaelen se quedó helado. Quince Puntos de Sistema. Era una cantidad significativa, más de lo que había ganado en semanas. Suficiente para comprar quizás una mejora menor de habilidad, o un equipo útil en la Tienda. El componente electrónico también era valioso. La misión era arriesgada –"Interferencia Oportunista" sonaba peligrosamente improvisado– y la penalización por fracaso era severa, considerando su mísero total actual.

Pero la ubicación… Radio de 50 metros. Eso significaba que el comunicador Chacal estaba aquí mismo, muy cerca del refugio de Lena. ¿Coincidencia? ¿O estaba el Sistema reaccionando a la presencia de actividad Chacal relevante cerca de su posición?

Una oleada de frío le recorrió la espalda. Si los Chacales estaban operando tan cerca, ¿significaba eso que Lena estaba en mayor peligro? ¿O estaban aquí por otra razón? Recuperar esos datos de patrulla podría darle información vital sobre las intenciones de los Chacales en la zona, información que podría usar para proteger a Lena o planificar su propia huida.

El dilema lo atenazó. Ir directamente a Lena, advertirla ahora mismo. O intentar la misión rápidamente, obtener los PS y la información, y luego ir con ella, mejor equipado (aunque fuera mínimamente) y mejor informado. Pero cualquier retraso aumentaba el riesgo para ella si el peligro era inminente. Y si fallaba la misión, estaría en peor situación que antes, y podría atraer más atención no deseada hacia Lena.

Miró hacia la entrada oculta del edificio de Lena, apenas visible entre las sombras y los escombros. Su instinto protector gritaba que fuera con ella inmediatamente. Su lado pragmático, forjado en la supervivencia brutal de Kratos y la lógica fría del Sistema, susurraba que 15 PS y la información podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

«Maldición.» Apretó los puños. Tres PS no eran nada. Quince PS eran una oportunidad.

Pero Lena era lo primero. Siempre.

Ignoró la notificación de la misión por ahora, dejándola parpadeando en espera. No la aceptó, pero tampoco la rechazó. Cruzó la calle rápidamente, moviéndose de sombra en sombra, su Percepción P7 al máximo, cada nervio en alerta. Alcanzó la entrada discreta del edificio, una plancha de metal suelta que ocultaba un hueco en los cimientos.

Se detuvo un momento antes de entrar, escuchando. Silencio. Demasiado silencio. La ausencia de los sonidos habituales de vida improvisada dentro del edificio –pasos, susurros, el crujido de un fuego pequeño– era más alarmante que cualquier ruido.

Con el corazón martilleándole en el pecho, Kaelen apartó la plancha de metal y se deslizó en la oscuridad del interior.