Capítulo 57: Kaelen – Ecos de Ozono

El túnel secundario era notablemente diferente al principal. Más estrecho, las paredes curvas de metal parecían presionar aún más cerca, y el aire, aunque seguía siendo viciado, tenía ese distintivo y casi imperceptible olor a ozono que Kaelen había detectado en la bifurcación. Sugería la presencia de maquinaria eléctrica activa, algo inusual en estas secciones abandonadas de la infraestructura de Kratos. El retumbar de la carretera elevada era más apagado aquí, reemplazado por un silencio más profundo, roto solo por sus propios pasos cautelosos y el goteo ocasional de agua.

Avanzaba lentamente, usando su linterna en ráfagas cortas y rápidas para iluminar el camino inmediato antes de volver a sumirse en la penumbra que le ofrecía su Percepción P7. El suelo aquí no era una pasarela de rejilla, sino el propio fondo curvado del túnel, cubierto por una fina capa de sedimento resbaladizo y, en algunos tramos, por charcos de agua estancada de profundidad desconocida. Tenía que moverse con extremo cuidado para no resbalar o tropezar con algún obstáculo oculto.

El mapa fragmentario que había comprado era completamente inútil aquí; esta sección simplemente no existía en sus datos corruptos. Estaba operando a ciegas, confiando únicamente en sus sentidos y su instinto. La decisión de desviarse del túnel principal pesaba en su mente. ¿Había sido una estupidez, un error nacido de la paranoia o de una falsa intuición? ¿O encontraría algo que justificara el riesgo? Cada metro recorrido en esta oscuridad desconocida aumentaba la tensión.

Después de unos quince minutos de avance cauteloso, el olor a ozono se hizo ligeramente más fuerte. Al mismo tiempo, comenzó a percibir un sonido nuevo, muy bajo, casi subliminal bajo el silencio: un zumbido eléctrico agudo y constante. Definitivamente había algo activo más adelante.

Redujo aún más la velocidad, aguzando el oído. El zumbido parecía provenir de una curva pronunciada del túnel unos veinte metros más adelante. Se detuvo antes de llegar a la curva, apagó la linterna y se pegó a la pared metálica y fría, escuchando con la máxima concentración que le permitía su Percepción P7.

El zumbido eléctrico persistía. No oía voces, ni pasos, ni ningún otro sonido que indicara presencia humana u hostil. Solo el zumbido constante y el goteo ocasional del agua.

Con el vibro-cuchillo firmemente agarrado, avanzó hacia la curva, moviéndose con la lentitud de un glaciar. Asomó la cabeza con infinita precaución.

Lo que vio lo dejó momentáneamente desconcertado. El túnel terminaba abruptamente unos metros más allá, no en un callejón sin salida, sino en una pared de metal sólido y de aspecto mucho más moderno que el resto de la estructura oxidada. Incrustada en la pared había una puerta rectangular de acero reforzado, sin manijas visibles, solo una pequeña ranura para tarjetas y un panel luminoso que emitía un débil resplandor azulado. Junto a la puerta, una serie de gruesos cables de energía, también de aspecto más reciente, subían por la pared y desaparecían en el techo del túnel. El zumbido eléctrico y el olor a ozono emanaban claramente de esta instalación.

¿Qué era esto? No parecía parte de la red de servicio original. La puerta era demasiado robusta, la tecnología demasiado limpia en comparación con la decadencia circundante. ¿Una instalación secreta? ¿Un punto de acceso olvidado a alguna red corporativa? ¿O, la posibilidad más escalofriante, una entrada trasera a una operación de Grado Cero?

Se acercó con cautela, examinando la puerta y el panel. El panel luminoso mostraba un simple mensaje en bucle: [ACCESO RESTRINGIDO - AUTORIZACIÓN NV. KILO REQUERIDA].

«¿Nivel Kilo?» La palabra resonó extrañamente. No significaba nada para él directamente, pero tenía la sensación de haberla oído o leído en alguna parte. ¿En los fragmentos de datos de GC que había interceptado? Rebuscó en su memoria, pero no pudo ubicarla con certeza.

La ranura para tarjetas parecía estándar, pero probablemente requería una tarjeta de acceso específica y codificada. No tenía nada parecido. Intentar forzar la puerta parecía imposible; era acero sólido, probablemente blindado. Tampoco vio ningún mecanismo de apertura manual obvio.

¿Había llegado a un callejón sin salida después de todo? ¿Un camino bloqueado por una puerta impenetrable? La frustración lo invadió. Había perdido tiempo y energía valiosos desviándose hacia aquí.

Pero entonces, su Percepción P7 detectó algo más. Un leve patrón de desgaste en el suelo justo delante de la puerta, como si hubiera sido transitada con relativa frecuencia, a pesar de la capa de sedimento. Y en la pared, justo al lado del marco de la puerta, notó una serie de pequeños rasguños en el metal, casi invisibles bajo la tenue luz. Parecían... ¿intencionados? ¿Marcas?

Se acercó más, agachándose para examinar los rasguños. No eran aleatorios. Formaban un patrón. Tres líneas verticales cortas, seguidas de un punto, luego dos líneas más. Código Morse básico. O algún otro sistema de codificación simple. Tres cortos, punto, dos cortos. ¿Qué podría significar? ¿Una contraseña? ¿Una frecuencia? ¿Una advertencia?

Mientras reflexionaba sobre las marcas, una nueva notificación del Sistema apareció, esta vez más específica que una simple alerta ambiental.

[Sistema: Detectada Emisión Energética Estable de Baja Intensidad.]

[Fuente: Dispositivo de Acceso (Puerta Blindada).]

[Análisis Preliminar: Patrón de cifrado de autorización coincide parcialmente (0.8%) con fragmentos residuales de datos asociados a 'Sphaera Cognita' en memoria caché.]

[¿Ejecutar Análisis de Vulnerabilidad de Acceso (Coste: 10 PS)? Requiere proximidad física sostenida (3 min). Probabilidad de Éxito: Baja (Estimada < 5%). Riesgo de Alerta Silenciosa: Moderado.]

Kaelen se quedó helado. Sphaera Cognita. La organización perdida a la que pertenecían los padres de Elara. La organización que Grado Cero había destruido. ¿Esta puerta estaba relacionada con ellos? ¿Era esto un antiguo puesto de avanzada, similar a lo que Elara podría estar buscando según los fragmentos que había oído sobre su misión? "Nivel Kilo"... ¿se refería a un puesto de Sphaera Cognita?

La coincidencia parcial del cifrado era una pista minúscula, casi inexistente (0.8%), pero era más que nada. El Sistema le ofrecía una opción: intentar un hackeo de bajo nivel, un análisis de vulnerabilidad. Costaba 10 PS, una cantidad que no tenía (solo le quedaban 3). Y la probabilidad de éxito era ínfima, con un riesgo moderado de activar una alarma silenciosa que podría alertar a quienquiera que controlara esta puerta.

Pero la posibilidad, por remota que fuera, de que esto estuviera conectado a Sphaera Cognita, y por lo tanto potencialmente a información útil contra Grado Cero o incluso sobre el propio Sistema, era demasiado importante para ignorarla.

No podía permitirse el análisis ahora. Pero necesitaba recordar este lugar, estas marcas, el nombre "Nivel Kilo".

Sacó su multi-herramienta y, con mucho cuidado, usó una punta afilada para replicar las marcas de la pared (tres cortos, punto, dos cortos) en el reverso de la carcasa del comunicador Chacal roto. Un recordatorio físico, en caso de que algo le pasara a su memoria o al Sistema.

Luego, se centró en la puerta de nuevo. Si no podía abrirla, ¿había alguna otra forma de interactuar con ella? ¿Alguna forma de señalar su presencia, si es que había alguien o algo detrás? Recordó el símbolo que había visto en el refugio de Lena: el círculo con las tres ondas. No tenía relación aparente con las marcas junto a la puerta, pero era la otra pieza del rompecabezas que llevaba consigo.

¿Y si...? Era una idea loca, nacida de la desesperación. ¿Y si intentaba "mostrarle" el símbolo a la puerta? No físicamente, sino a través del Sistema. Quizás el Sistema podía proyectar o transmitir información básica si se lo ordenaba.

[Sistema: ¿Función de Proyección de Datos Simples disponible? NEGATIVO. Requiere Módulo de Interfaz Visual o Habilidad de Proyección.]

Otra vía muerta. Estaba limitado por su propio Sistema fragmentado y sus bajas reservas de PS.

Se enderezó, sintiendo el peso de la decepción. Este desvío no había sido una ruta de escape, sino un enigma frustrante. Sin embargo, había encontrado algo potencialmente significativo: una posible conexión con Sphaera Cognita, el nombre "Nivel Kilo" y un código críptico. Era información valiosa, aunque inútil por el momento.

Tenía que volver al túnel principal y continuar su camino hacia Neo-Veridia. Este lugar era un misterio para resolver más tarde, si sobrevivía lo suficiente y conseguía los recursos necesarios.

Echó una última mirada a la puerta blindada, al panel luminoso azulado y a las marcas crípticas. Luego, se dio la vuelta y comenzó a desandar el camino por el estrecho túnel secundario, regresando hacia la bifurcación y la ruta original, con más preguntas que respuestas y la sensación incómoda de que Kratos ocultaba secretos mucho más profundos y peligrosos de lo que jamás había imaginado.