El regreso por el estrecho túnel secundario fue más rápido, aunque no menos tenso. Kaelen se movía con una eficiencia sombría, la decepción de encontrar una puerta impenetrable en lugar de una ruta alternativa pesando sobre él. Sin embargo, bajo la frustración inmediata, una corriente subterránea de intriga comenzaba a agitarse.
Nivel Kilo. Sphaera Cognita. Las marcas crípticas.
Esa puerta no era una instalación cualquiera. Pertenecía o estaba relacionada con la organización perdida de los padres de Elara, la misma organización que Grado Cero había aniquilado y cuyos secretos parecían estar en el corazón de todo este caos, incluido el Sistema que ahora parpadeaba inútilmente en su periferia visual con su patético saldo de 3 PS.
¿Qué había detrás de esa puerta? ¿Tecnología olvidada? ¿Datos cruciales? ¿Respuestas sobre el origen del Sistema, sobre el propósito de Sphaera Cognita, sobre las verdaderas motivaciones de Grado Cero? La posibilidad de que ese lugar contuviera información que pudiera ayudarlo a encontrar a Lena, o a entender por qué se la llevaron, era una idea tentadora y dolorosa.
Pero era inaccesible. Al menos por ahora. Necesitaba más PS para intentar siquiera el análisis de vulnerabilidad que el Sistema había ofrecido, y las probabilidades de éxito eran ínfimas. Necesitaba la clave correcta, la tarjeta de acceso, o alguna otra forma de sortear la seguridad de Nivel Kilo. Y necesitaba averiguar qué significaban las marcas: tres cortos, punto, dos cortos.
Mientras emergía de nuevo en el túnel principal, en la bifurcación en T, sintió un leve alivio al volver a un entorno marginalmente más familiar, aunque igualmente peligroso. El retumbar de la carretera elevada volvió a ser el sonido dominante, y el aire recuperó su olor habitual a óxido y humedad estancada, libre del matiz de ozono del túnel secundario. Consultó de nuevo el mapa fragmentario en su HUD, reorientándose en la ruta original hacia el este, hacia Neo-Veridia.
Continuó su avance por la pasarela metálica que colgaba sobre el canal oscuro. El descubrimiento de la puerta Kilo había añadido una nueva capa de complejidad a su ya desesperada situación. Antes, su objetivo era simple: salir de Kratos, llegar a Neo-Veridia, encontrar a Lena. Ahora, ese objetivo seguía siendo primordial, pero se le sumaba el misterio de Sphaera Cognita y sus instalaciones ocultas. ¿Estaba esa puerta relacionada con el símbolo que encontró en el refugio de Lena? No había una conexión obvia, pero ambos elementos apuntaban a fuerzas operando en las sombras, más allá de las guerras de pandillas habituales de Kratos.
Se obligó a apartar esas preguntas por el momento. Especular no lo llevaría a ninguna parte con 3 PS y atrapado en las entrañas de Kratos. Su prioridad absoluta seguía siendo la supervivencia y el avance hacia Neo-Veridia. Cada paso en estos túneles era un riesgo calculado.
El túnel principal continuaba su monótono recorrido hacia el este. Pasó por más secciones con grafitis crípticos, más tuberías con fugas que creaban pequeñas cascadas malolientes hacia el canal inferior, y más evidencia de paso humano ocasional: envoltorios de comida desechados, herramientas rotas, incluso un saco de dormir andrajoso abandonado en un nicho lateral, como si su dueño hubiera sido interrumpido abruptamente.
En una sección particularmente oscura, donde varias luces de mantenimiento originales del túnel estaban destrozadas, su Percepción P7 detectó un sonido casi imperceptible delante: un leve crujido de metal sobre metal, diferente al goteo del agua o al correteo de las alimañas.
Se detuvo al instante, agachándose y apagando la linterna. Se quedó inmóvil, escuchando. El sonido se repitió, un poco más cerca. Sonaba como alguien moviéndose con cautela sobre la misma pasarela metálica que él. No podía ser una patrulla Chacal; eran demasiado ruidosos y descuidados para moverse así en la oscuridad. ¿Contrabandistas? ¿Otro fugitivo? ¿O algo peor?
Kaelen retrocedió silenciosamente unos pasos, buscando la cobertura de una gruesa tubería vertical que corría junto a la pasarela. Se posicionó detrás de ella, con el vibro-cuchillo listo, esperando. La oscuridad era casi total aquí, y confió en su Percepción P7 para detectar cualquier movimiento.
Unos segundos después, una figura solitaria apareció en el límite de su visión de bajo nivel. Se movía agachada, con cautela, usando una linterna de haz muy débil para sondear el camino. La figura era delgada, vestida con ropa oscura y remendada, típica de los habitantes de Kratos. Llevaba una mochila pequeña y parecía estar sola.
La figura pasó junto a su escondite sin detectarlo. Kaelen pudo verla mejor de espaldas: parecía joven, quizás un adolescente o un adulto muy joven. No parecía hostil, solo cauteloso y probablemente asustado, como cualquiera que usara estos túneles. Podría ser un simple carroñero o alguien intentando llegar a Neo-Veridia como él.
Por un momento, Kaelen consideró la posibilidad de contactar a la figura. ¿Podría tener información útil? ¿Conocía mejor estos túneles? Pero el riesgo era demasiado alto. En Kratos, la confianza era un lujo mortal. La figura podría ser una trampa, o simplemente entrar en pánico y atraer atención no deseada. Decidió dejarla pasar.
La figura continuó su camino y desapareció en la oscuridad más adelante. Kaelen esperó un minuto más antes de salir de su escondite y reanudar su propio avance, manteniendo una distancia prudencial con la figura que le precedía. La presencia de otro viajero en estos túneles era inquietante. Significaba que la ruta, aunque peligrosa, era conocida y utilizada. Y si ellos la usaban, ¿quién más podría hacerlo?
El encuentro lo hizo aún más consciente de su propia vulnerabilidad. Con solo 3 PS, cualquier enfrentamiento, incluso con un solo individuo desesperado, podría ser fatal. Necesitaba conseguir más puntos, pero las oportunidades en estos túneles eran escasas y peligrosas. Las misiones diarias que el Sistema le ofrecía a veces eran triviales (como la de entrar al túnel) o demasiado arriesgadas para su estado actual.
Continuó avanzando, el cansancio comenzando a pesarle seriamente. Sus músculos protestaban, y el hambre era un dolor persistente en su estómago. Calculó que le quedaba quizás medio ciclo de raciones si era extremadamente frugal. El filtro de agua le permitiría beber del goteo de las paredes o incluso del canal si la desesperación apretaba, pero la comida era un problema creciente.
Mientras caminaba, su mirada se posó en una pequeña caja de conexiones eléctricas en la pared que parecía ligeramente menos corroída que las demás. Por pura costumbre de carroñero, la abrió con su multi-herramienta. Dentro, entre un amasijo de cables cortados y polvo, encontró algo inesperado: una pequeña batería de energía, del tipo usado en herramientas portátiles o dispositivos de comunicación. No parecía nueva, pero tampoco estaba hinchada ni dañada visiblemente.
[Sistema: Detectado Objeto: Batería de Energía Estándar (Condición: Usada, Carga Estimada: 40%).]
[¿Añadir al Inventario? S/N]
Era un golpe de suerte. Pequeño, pero significativo. Podría usarla para recargar su linterna, o quizás para alimentar algún otro dispositivo si encontraba algo útil. La añadió a su inventario del Sistema. No le daba PS, pero era un recurso tangible.
Poco después, el túnel comenzó a inclinarse ligeramente hacia arriba. Según el mapa fragmentario, esto indicaba que se estaba acercando a una de las secciones que pasaban por encima de una línea de metro abandonada, y potencialmente, a un punto de acceso o ventilación que podría llevar a los niveles inferiores de Neo-Veridia. Estaba progresando.
La esperanza, una emoción peligrosa y poco frecuente en Kaelen, comenzó a agitarse débilmente en su pecho. Neo-Veridia estaba más cerca. Las respuestas sobre Lena, sobre el símbolo, sobre la puerta Kilo, podrían estar al alcance. Pero sabía que los últimos tramos del viaje serían probablemente los más peligrosos. La transición entre Kratos y Neo-Veridia era una zona gris fuertemente disputada y vigilada. Tendría que usar toda su habilidad, toda su cautela y toda la suerte que pudiera reunir para lograrlo.
Apretó el paso, ignorando el cansancio y el hambre, impulsado por la imagen de Lena y el débil resplandor de esperanza en la oscuridad interminable del túnel.