CAPÍTULO 171 Fiesta en el Calabozo

Isaiah gimió cuando sus músculos comenzaron a protestar por estar acostado sobre algo áspero y duro. Sentía como si estuviera durmiendo en el suelo. ¿El suelo? Podía oír a alguien llamándolo y le tomó un minuto abrir los ojos. Todavía se sentía un poco aletargado por la noche anterior. Miró hacia arriba y vio a su madre acariciándole el cabello. Ella le dio una sonrisa reconfortante que él devolvió hasta que vio que no estaban solos. Más de una docena de pares de ojos los miraban fijamente. Se sentó rápidamente y vio su situación. Estaban en una mazmorra.

—¿Qué... pasó? —preguntó Isaiah.

—Parece que nos drogaron a todos —dijo Bella.

—Nunca confíes en una chica bonita —refunfuñó Alistar—. Especialmente si te da cumplidos innecesarios.

—¿Qué hay de Zira y Arias? —preguntó Isaiah, tratando de levantarse. Miró entre la multitud y no los vio—. ¿Están bien?

Miró a su madre, luego a Alistar. Ambos evitaron su mirada con la cabeza baja.