Una Perspectiva

Los discípulos de la Secta Cielos Nublados observaron la pelea de Lucavion con atención y ojos bien abiertos, sus expresiones una mezcla de asombro e intriga. Cada uno había anticipado una batalla prolongada, dado que el aura de Lucavion sugería que era, en el mejor de los casos, un Despertado de 2 estrellas en su punto máximo. Sin embargo, lo que acababan de presenciar desafiaba sus expectativas.

—Esa... técnica —murmuró una de las discípulas, su voz apenas por encima de un susurro, como si hablar demasiado alto pudiera interrumpir el recuerdo de sus movimientos—. Ni siquiera invocó su mana por completo.

Otro discípulo asintió, su mirada aún fija en Lucavion, quien permanecía relajado, su estoque descansando ligeramente en la garganta del hombre derrotado.

—Leyó cada movimiento como si la pelea estuviera coreografiada. Seis segundos... Eso fue todo lo que tomó.