Cuartos de final (3)

—¡CABALLERO ROSA!

—¡CABALLERO ROSA!

—¡CABALLERO ROSA!

Cuando sus botas tocaron el suelo arenoso, Valeria levantó la barbilla, enfrentando la mezcla de voces con la silenciosa fuerza de su mirada. Este era su momento, y no iba a flaquear.

Al otro lado de la extensión de la arena se encontraba Zerah, serena y compuesta. Vestía las túnicas azul pálido flotantes de la Secta Cielos Nublados, sus bordes bordados con intrincados patrones de nubes blancas. Su expresión era tranquila en la superficie, pero Valeria podía ver más allá de la máscara. La hostilidad de Zerah irradiaba de ella en oleadas, una presencia fría y afilada que parecía cortar a través de la calidez de la luz del sol.

Valeria tomó un respiro medido, calmándose. Sus dedos rozaron brevemente la empuñadura de su espada—un movimiento más para centrarse que otra cosa. Concentración. Respira. Ella prospera con el control. No dejes que lo tenga.