El sol se alzó sobre los terrenos del torneo, proyectando una luz dorada sobre la bulliciosa arena. La anticipación en el aire era casi tangible mientras los espectadores ocupaban sus asientos, sus conversaciones zumbando con emoción sobre los enfrentamientos del día. Con los cuartos de final concluidos, los cuatro luchadores restantes habían demostrado estar entre los mejores, y ahora las semifinales prometían aún mayor intensidad.
La voz del anunciador resonó por toda la arena, sus palabras amplificadas por magia para alcanzar los rincones más lejanos de las gradas.
—¡Damas y caballeros, bienvenidos a las semifinales del Torneo de Artes Marciales de Ventor! Hoy, los mejores guerreros se enfrentarán en batallas que serán recordadas por años. ¡No perdamos tiempo y revelemos los enfrentamientos que han puesto a la arena en vilo con anticipación!
La multitud estalló en vítores cuando los nombres aparecieron en la pantalla mágica sobre la arena: