Partida

La suave risa del Marqués sacó a Valeria de sus pensamientos. Se volvió hacia él, frunciendo el ceño ante el sonido inesperado. No era de los que reían sin motivo, especialmente en situaciones como esta. Sin embargo, ahí estaba, dejando escapar una risita mientras sacudía la cabeza, con una extraña mezcla de asombro e incredulidad cruzando sus facciones.

—Pensé que era un demonio —murmuró el Marqués, con su voz teñida de un humor tranquilo—. Cuando se sentó en esa mesa antes, hablando con tal precisión fría, exponiendo ese plan audaz... realmente creí que podría ser algo inhumano.

Valeria parpadeó, sorprendida por su confesión. Ella había pensado lo mismo más de una vez. La forma en que Lucavion hablaba de la guerra, de riesgos calculados y consecuencias devastadoras, le había helado la sangre. Pero ahora...

El Marqués señaló hacia Lucavion con un ligero movimiento de su barbilla, sus ojos agudos brillando con algo entre admiración y diversión.