Capítulo 5 – El Templo y el Guerrero del Tiempo

En Osaka, un lago ocultaba un templo sellado por el gobierno. Dentro estaba Baroque, el Guardián del Tiempo, una figura de armadura rota y ojos que reflejaban el futuro.

—El destino está escrito… pero tú eres un error.

Baroque ralentizaba el tiempo. Kael se arrastraba en un mundo detenido. Pero sus pistolas no obedecían esa lógica. Eran ajenas al tiempo.

La batalla duró horas. Cada segundo era una eternidad. Baroque usaba ilusiones, visiones de Lucía, del pasado como Víctor. Pero Kael no se detuvo. Un disparo en el corazón etéreo lo destruyó.

Obtuvo Nostrium, la piedra que permite alterar la realidad unos segundos. Cayó inconsciente por tres días.