Capítulo 42 : Ecos del Pasado, Camino al Vínculo Prohibido

La oscuridad era espesa. Kael caminaba solo por una ciudad en ruinas, envuelta en tonos grises. No tenía sus pistolas, ni su ropa táctica. Llevaba el viejo abrigo de cuero que usaba cuando era Víctor, el sicario. Todo a su alrededor parecía detenido, como si el tiempo hubiese dejado de avanzar.

—Lucía… —murmuró al verla.

Allí estaba ella. Vestido blanco, sonrisa cálida, justo como la última vez que la vio. Kael intentó correr hacia ella, pero por cada paso que daba, el suelo se extendía más, alargando la distancia.

—¡Espera! ¡No te vayas!

Pero Lucía solo lo miraba con tristeza, sin pronunciar palabra. Cuando extendió la mano para alcanzarla, el mundo se quebró en fragmentos de vidrio.

Kael se despertó sobresaltado. Sudaba frío. Estaba recostado en un rincón de la cabaña, donde Rin aún dormía cerca del fuego.

—Lucía… —repitió, esta vez en un susurro más débil.

Se incorporó lentamente, intentando calmar su respiración.

"No era solo un sueño… fue un recuerdo. ¿Por qué ahora?"

Tocó el tatuaje de su brazo. Latía con un leve pulso, como si respondiera al peso de ese pasado.

Momentos después, Rin se estiró y lo miró con atención.

—¿Pesadillas?

—No… solo un viejo fantasma —respondió él, casi sin mirarla.

Rin no insistió, pero su mirada decía que entendía más de lo que decía.

Kael cambió de tema rápidamente, necesitaba moverse.

—Ya tenemos cinco piedras. Solo faltan dos. La siguiente es la de Akhator, ¿cierto?

—Sí. Vínculo entre dos seres, poder y memoria compartida. Pero está en manos de un grupo peligroso, al margen de todo. Los llaman "Los Silentes".

Kael sonrió levemente.

—Perfecto. Me gusta lo complicado.

—No es solo complicado. Es suicida —añadió Rin.

—Entonces estamos en el camino correcto —respondió él, levantándose y cargando sus pistolas.

Al salir de la cabaña, ambos sintieron el aire cambiar. Era como si el mundo hubiera girado otra vez, y ahora los estuviera mirando.

A lo lejos, entre los árboles, las dos figuras encapuchadas los observaban en silencio. La mujer del grupo se inclinó hacia su compañero.

—El vínculo de Akhator resonará pronto. El elegido ya comienza a recordar.

—Y eso cambiará las reglas del juego.

Ambos desaparecieron en un destello etéreo, mientras Kael y Rin ponían rumbo al próximo capítulo de su cruzada.