—¡NO, TESSIA, ESA NO ERA UNA BOLA DE FUEGO! —gritó el profesor Ruden mientras saltaba para evitar una onda explosiva multicolor que rebotó en el campo de entrenamiento y dejó al menos a dos estudiantes girando en el aire.
—¡Pues que le pongan etiquetas, profe! ¡Yo solo agarré la piedra brillante que flotaba!
—¡Eso era una bomba mágica de dispersión dimensional! ¡¿Quién demonios la dejó sin sellar?!
—¡Juro que no fui yo esta vez! —gritó Dargan desde el suelo, cubierto de escombros mágicos, mientras Erian lo ayudaba a levantarse.
—¿"Esta vez"? —preguntó Ardyn, que ya había activado su barrera por inercia.
—¡La curiosidad mata, Lioras! —respondió Dargan mientras se sacudía la chaqueta con toda la dignidad posible.
Ruden pasó una mano por su rostro.
—Este grupo es una tragedia en cámara lenta. Pero bueno, sobrevivieron. Eso cuenta como progreso. Fin de la clase. Todos fuera antes de que el suelo se abra y grite.
—¿Eso puede pasar? —preguntó Juno.
—Con ustedes, todo puede pasar.
Ya fuera del campo de prácticas, el grupo del Equipo 3 – Caos Estratégico se dispersaba por el pasillo central, con ese aire entre agotamiento y satisfacción después de sobrevivir a una clase de Ruden sin hospitalización.
—¿Nadie va a hablar de la aparición número tres de la chica misteriosa? —preguntó Sylha, con una burbuja oscura girando entre sus dedos como si fuera una paleta.
—¡Gracias! Yo pensé que lo estaba alucinando otra vez —dijo Erian con los ojos bien abiertos—. Pero Dargan, ¿no era la misma que te estaba siguiendo desde antes?
—Sí —dijo Dargan con tono casual, aunque su mirada iba levemente seria—. Lyss Verhiel. Vuelve, dice algo críptico y desaparece como si estuviéramos en una novela de misterio.
—¿Y no te inquieta? —preguntó Nella, ajustándose los guantes encantados—. Te observa, aparece sin ser detectada, habla en acertijos… ¿No te suena a amenaza?
—O a alguien con un enorme crush —soltó Sylha—. Una muy peligrosa, claro, lo cual te hace el tipo de ella.
—¡Sí, claro! ¡El amor es una sombra en la esquina del pasillo que dice "cuando descubras la verdad será tarde"! Súper romántico —bufó Erian.
—Su cabello plateado brilla como la traición —agregó Juno dramáticamente mientras su bastón murmuraba algo en otro idioma.
—No me malinterpreten —interrumpió Dargan mientras caminaban—. Me inquieta. Pero también me intriga. Y cuando algo me intriga… no lo dejo pasar.
En ese momento, la voz amplificada de la directora Aerith Thaloren retumbó por los pasillos gracias a un encantamiento de sonido:
—A todos los estudiantes seleccionados para la prueba del "Dragón Dormido", preséntense en el Gran Hall en una hora. Se revelarán los detalles del evento. No olviden traer su equipo mágico y valor.
—Repetimos: "El Dragón Dormido" está a punto de despertar.
—¡¿EL DRAGÓN QUÉ?! —exclamó Tessia desde el otro extremo del pasillo, apareciendo corriendo con el cabello revuelto y cara de indignación—. ¡¿Y NADIE ME AVISÓ DE UNA REUNIÓN?!
—Pero si te dormiste a las ocho anoche —dijo Nella levantando una ceja.
—¡NO IMPORTA! ¡NECESITO SABER TODO!
—Tessia... —dijo Dargan lentamente—. ¿Tú sabes qué es eso del "Dragón Dormido"?
—¡No! ¡Pero suena increíble y mortal! ¡Estoy dentro!
—No creo que eso sea opcional —murmuró Ardyn.
Una hora después, en el Gran Hall, los equipos seleccionados estaban reunidos. Una gran estructura mágica flotaba en el centro: una maqueta holográfica de una caverna enorme con lo que parecía un dragón dormido en su centro.
La directora Aerith, con su usual presencia imponente, explicó:
—El evento del Dragón Dormido es una prueba de coordinación, estrategia y control de magia. Los equipos deberán internarse en un entorno simulado altamente reactivo, contener la energía mágica del "dragón" y recuperar un artefacto sagrado sin "despertarlo".
—El dragón no es real... pero su furia sí. Si fallan, serán expulsados mágicamente del entorno. Si logran pasar... demostrarán estar listos para el siguiente nivel de formación mágica avanzada.
Sylha alzó una mano.
—¿Qué pasa si accidentalmente lo despertamos?
La directora sonrió con una calma casi aterradora.
—Eso también está previsto. Pero no lo recomiendo... a menos que quieran conocer a los profesores de emergencia de control de catástrofes mágicas.
—¡Al fin algo divertido! —murmuró Dargan para sí, mientras sus ojos brillaban con emoción... y una leve sombra pasaba tras las columnas del Hall.
Lyss Verhiel, una vez más, lo observaba desde lejos. Solo que esta vez… no estaba sola.
A su lado, una figura encapuchada. Alta. Inmóvil.
Y lo miraban a él.
Fin del capítulo.