Las mujeres son unas locas de mierda; eso es todo lo que digo. Ella entró corriendo a la casa como alma que lleva el diablo después de horas de compras, sin una sola bolsa en la mano. Estaba a punto de preguntarle qué coño habían estado haciendo todo el día hasta que vi su cara. ¡Terror! ¿Qué carajo? Automáticamente entré en modo de pelea hasta que sus siguientes palabras me dejaron helado.
—Colt, creo que maté a alguien.
—¿Qué coño? —la agarré contra mí porque empezó a temblar como una hoja.
—Cariño, cálmate, ¿qué demonios pasó?
Todo lo que hizo fue señalar hacia la puerta. Le pasé a la bebé que se había despertado menos de diez minutos después de que la pusiera en su cuna y salí con el corazón en la garganta. ¿Qué coño quería decir con que mató a alguien? Mi mente ya estaba en modo limpieza.
Joder, había un cuerpo bajo la rueda delantera de su coche. Me acerqué y me arrodillé sin entender bien lo que estaba viendo. Era una mujer, eso era obvio por la ropa y el pelo.