Capítulo 124: LYON

Ya estaba oscureciendo y todo estaba en silencio. Mañana era el gran día y las calles estaban iluminadas con decoraciones, la gente tenía sus jardines y casas decoradas como si estuvieran compitiendo entre sí por tener más luces, y había música proveniente de algunas casas que estaban comenzando las festividades temprano. Estaba muy cansado pero todo lo que quería era ir a casa y despertar a mi hija si ya estaba en la cama y besarla por toda su carita.

Kat y yo nos tomamos de la mano todo el camino a casa, y yo le besaba los dedos cada vez que nos deteníamos en un semáforo.

—Lo siento por haber dudado de ti Colt, eso nunca volverá a suceder. Y lo siento por lo de antes, debería haberte escuchado incluso si pensaba que Carol estaba en problemas.

—No te preocupes más por eso, nena, ya pasó. Vamos a dejar esa mierda atrás y disfrutar lo que queda de las fiestas —dijo él.