—Kat, ¿qué carajo está usando?
Por Mylanta, he estado escuchando el mismo estribillo durante el último año.
—Ropa —y he estado dando la misma maldita respuesta durante todo ese tiempo.
—Qué graciosa, o lo arreglas o a ninguna de las dos les va a gustar cuando papá vaya de compras —le lancé una mirada de desprecio porque estaba siendo ridículo, pero no se lo puedes decir.
Caitlin acaba de cumplir trece años y como todos los adolescentes de trece años está empezando a mostrar su independencia, al menos lo está intentando, pero su padre no la deja. Le va a dar un infarto si no se calma.
—¿Dónde están tus revoltosos, Colt? ¿Por qué no vas a buscarlos en vez de volverme loca?
—Mis hijos están con su abuelo haciendo quién sabe qué, no cambies el tema, Ángel.
—Colt, es lo que todas las chicas usan estos días, no hay nada por qué alterarse.