Capítulo 129: LYON

Era como una epidemia. Una vez que Kat y yo dimos el paso, los otros hombres solteros siguieron el ejemplo un par de años después. Ahora todos éramos hombres de familia y nos tomábamos en serio esta mierda de criar hijas. Hicimos un pacto, porque estos pequeños cabrones de hoy no son como éramos nosotros, son jodidamente atrevidos. Pero descubrí que si les metes el miedo en sus pequeños traseros de punk, aprenden rápido.

—Tiene quince años.

—¿Nuestra Caitie está saliendo con un tipo mayor?

—Sí Jared, el pequeño cabrón tiene quince años. Voy a romperle el puto cuello.

—¿Ya lo conociste?

—Por supuesto que no he conocido al gilipollas, pero Kat sí conoció al pequeño escurridizo.

—Te lo digo, estas mujeres son astutas. Tienes que vigilarlas, especialmente cuando tienen estas pequeñas reuniones. Te dije que deberíamos ponerles micrófonos ocultos.