Capítulo 27

Traicionado por la Sangre~

Kendra caminaba sin cesar por la habitación, estaba furiosa. Todo había ido tan bien, incluso había logrado acercarse a él en un momento en que debería necesitarla, pero aun así. Se detuvo, volviéndose para mirar a su madre. —Tu polvo falló, madre —dijo entre dientes, con las manos apretadas en puños.

—Me echó como a un perro callejero. Me humilló. Esperaba que se acercara a mí y me deseara, pero fue todo lo contrario. Era como si el polvo le hiciera despreciarme. Como si no pudiera soportar verme —se quejó Kendra.

Carol se levantó, caminando hacia su hija. —Algo debe haber salido mal. Sé que funciona porque lo usé con tu padre, y mira, aquí estás tú. Erika nunca me fallaría, así que estoy segura de que funcionó. Algo debe haber salido mal. Tal vez no lo usaste como se suponía que debías hacerlo —dijo Carol, y Kendra se burló.

—Es un polvo, madre. ¿De qué otra manera se supone que debo usar un polvo? —respondió bruscamente.