Gabriel examinó el cuerpo del espía y se quitó los guantes. Presionó el pie sobre el cubo de basura, abriéndolo así y arrojando los guantes dentro.
—Gabriel, ¿qué crees que ha pasado? —preguntó Karmen—. El doctor dijo que no es envenenamiento. Al mismo tiempo, tampoco hay lesiones externas en el cuerpo.
—Se usó una técnica prohibida para matarlo —dijo Gabriel con el ceño fruncido.
—¿Qué quieres decir? —cuestionó Karmen.
—Que los métodos oscuros se están volviendo populares entre los lobos. Como el Dominio de Sangre no está bajo nuestro control, quien sea su líder Alfa, no dudan en usar tales métodos inhumanos —le explicó Gabriel.
—¿No es eso una amenaza para nosotros? —preguntó Karmen—. El Príncipe Gabriel necesita informar a su padre sobre esto —opinó.
—Hmm. Lo haré —respondió Gabriel. Los dos salieron de la morgue.
—¿Ha llegado Louis? —preguntó.
—Sí. Ya está esperándote. Me pregunto por qué lo convocaste de repente —Karmen lo miró confundido.