Completando este vínculo

—Vuelve a decir mi nombre —exigió Gabriel mientras sus ojos se encontraban con los de ella. Su mano se detuvo en su vientre mientras sus dedos flotaban sobre el botón de su camisa.

—Gabriel —dijo Amelie de nuevo, sin apartar la mirada ni por un segundo.

Su rostro se hundió en la curva de su cuello mientras tomaba una respiración profunda, inhalando su fragancia que hacía algo en su mente, en su cuerpo. Sus afilados colmillos se alargaron y sin previo aviso, los hundió en su piel, marcándola para siempre.

—¡Ahh!

Un fuerte jadeo escapó de su boca. —Gabriel, qué hiciste... Mmm... —Su espalda se arqueó ligeramente cuando su lengua reemplazó sus afilados colmillos que volvieron a su forma original.

Algo sucedió en su cuerpo mientras sus pupilas se dilataban y tuvo una visión de ellos. Gabriel marcándola pero estaban en un bosque. Fue una visión breve mientras sus pupilas volvían a su forma original.

«¿Qué fue eso?», pensó Amelie, sintiéndose confundida.