# 📖 Capítulo 21 — El Arquitecto de Sombras
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### 🏰 Fortaleza de Sombraluz — Territorio de la Casa Mernis
Lejos de la llama del Fénix, en una fortaleza donde la luz del sol apenas tocaba los muros, **Lady Mirentha Mernis** contemplaba un mapa mágico flotante. Las líneas de energía se movían como serpientes envenenadas, cada una marcando un punto de poder en el continente.
—El muchacho ha despertado algo que ni los antiguos sabios podían contener… —susurró—. Y el Concilio ya está temblando.
Frente a ella, inclinado, se encontraba su hijo: **Elias Mernis**, un genio táctico, portador del Dominio de la Ilusión y la Psique, y vinculado a un espíritu ancestral de niebla. Su bestia guardiana no tenía forma fija, cambiaba según lo que más temiera quien la mirase.
—¿Y si lo controlamos? —preguntó Elias sin levantar la vista.
—¿Y si hacemos que el Fénix crea que lucha por su libertad, cuando en verdad… pelea por nosotros?
Mirentha sonrió, sus labios delineados con tinta de sombra.
—No se controla al Fénix, hijo. Se le guía... hasta que crea que la dirección fue su elección.
Elias asintió.
—Entonces el primer movimiento es sembrar duda.
—Aislarlo. Separarlo de los suyos. Mostrarle que las casas no lo temen… lo traicionan.
—Bien —dijo Mirentha—. Comienza con los **débiles del Concilio**. Usa emisarios, rumores, visiones falsas.
—Hazle creer que su padre oculta cosas. Que sus aliados dudan de él. Que su poder podría **aniquilar a su propia familia**.
Elias se levantó, su mirada helada.
—También puedo usar los ecos del Pilar. Si forzamos una resonancia, podemos provocar que el fuego del Fénix… se agite. Que Caelan crea que **él mismo es un peligro.**
—Hazlo. Pero con sutileza. No necesitamos arriesgar la alianza… aún.
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### 🩸 Entrelazando Sombras — Aliados ocultos
Más tarde esa noche, Elias caminó por los corredores secretos de la fortaleza hasta una cámara prohibida. Allí lo esperaba una criatura de alas negras y ojos vacíos: un **ángel caído**, un exiliado de los cielos.
—¿Tienes lo que pedí? —preguntó Elias.
La criatura le entregó una joya oscura: un fragmento del **Abismo del Eco**, capaz de amplificar emociones negativas en los portadores de dominios elementales.
—Plántalo cerca de su núcleo —dijo la criatura con voz hueca—. Y Caelan conocerá el miedo… de sí mismo.
Elias cerró el puño alrededor de la gema.
—El Fénix arderá… y cuando todo se reduzca a cenizas, la Casa Mernis **reinará sobre las ruinas**.
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FIN DEL CAPÍTULO 21 — El Arquitecto de Sombra