CAPÍTULO 73

En ese momento, el padre de Valentina respiró profundamente, frunciendo el ceño mientras su mente trataba de entender lo que acababa de suceder. Luego se sentó pesadamente, sus dedos golpeando inquietos en el reposabrazos de su silla.

—No... no, esto no tiene sentido —su voz era baja, casi como si estuviera susurrando a alguien.

Se inclinó hacia adelante, frotándose las sienes.

—Ese bufete de abogados en particular... el que me acaba de humillar hoy —apretó la mandíbula, sus fosas nasales dilatándose.

El nombre del bufete resonaba fuertemente en su mente—Lancaster & Holton Law.

Un nombre que hacía estremecer a las familias más poderosas del país.

Nunca aceptaban casos pequeños. Nunca se involucraban en nada por debajo de una disputa familiar de primera clase.

Pero...

—Tienen ese programa de caridad —murmuró, entrecerrando los ojos.

Su abogado había mencionado algo al respecto hace un tiempo—una nueva iniciativa donde elegían aleatoriamente un caso para manejar pro bono.