Ana apartó su silla y se puso de pie, preparada para responder, pero Becca intervino.
—El informe de progreso del proyecto. Ella trabajó muy duro en él hasta tarde anoche, pero... creo que olvidó guardarlo correctamente. Y ahora, no puede encontrarlo.
Becca interpretó su papel perfectamente, enmascarando su engaño bajo una capa de falsa simpatía.
Tania dejó escapar un suspiro dramático, sacudiendo la cabeza en fingida decepción. —Qué lástima —dijo con desdén—. No se espera tal descuido de ti, Ana. Como secretaria, deberías haber sido cuidadosa, pero en cambio, ¿simplemente olvidaste guardar un archivo? —Se burló—. Esto es inaceptable.
Volviéndose hacia Denis, tiró de su brazo e hizo un puchero. —Denis, no puedes mantenerla como tu secretaria. Despídela inmediatamente.
Denis permaneció en silencio. No miró a Tania, ni reconoció las palabras de Becca. Su mirada fría y penetrante estaba fija únicamente en Ana.