Devolver el favor

Ana se quedó paralizada, el peso de sus palabras cayendo sobre ella. «¡Denis posee el cincuenta por ciento del hospital!»

En ese instante, lo entendió todo. Denis estaba detrás de esto. Estaba usando su influencia para acorralarla, obligándola a arrastrarse de vuelta a él.

Un amargo resentimiento se agitó dentro de ella.

—Entiendo —murmuró—. Gracias por su sugerencia.

Se levantó de su silla y salió de la oficina, con el corazón cargado de frustración.

Ana caminó por el pasillo con pasos pesados, su mente dando vueltas con las palabras del doctor. Reunirse con el decano sería un desafío, y aun así, no había garantía de que considerara su petición. Sin la aprobación de Denis, era poco probable que el decano tomara alguna acción.

Eso la dejaba con una sola opción: volver a Denis y suplicar por su ayuda.

«¿Qué debo hacer ahora?», se preguntó Ana, debatiendo si debería llamar a Denis o no.