¿Te reconoció como el presidente?

El ceño de Denis regresó, más profundo esta vez.

—¿Qué está haciendo con ellos? —murmuró en voz baja, su mente luchando por procesar lo que estaba viendo.

La idea de que Agustín, ese nerd, ese don nadie, pudiera tener alguna conexión con el alcalde, y mucho menos con el presidente del Sphere Group, era absurda.

—No... —Negó con la cabeza, su expresión oscureciéndose—. Tiene que ser una coincidencia.

Sin embargo, la imagen de ellos parados juntos, hablando en voz baja, hizo que su estómago se revolviera con inquietud. Se quedó clavado en el sitio, atrapado entre la incredulidad y el impulso de dar un paso adelante.

Antes de que pudiera decidirse, el hombre del traje gris comenzó a alejarse, con su asistente siguiéndolo de cerca.

A Denis le tomó un momento salir de su aturdimiento. Se apresuró hacia adelante, gritando:

—¡Sr. Benett!

Pero el hombre no se detuvo. Ni siquiera lo reconoció, continuando por el pasillo como si no hubiera escuchado a alguien llamándolo.