—N-no puedo decir nada si me estrangulas hasta la muerte —la vieja bruja logró decir con dificultad, su voz seca y quebrada.
El Rey Killian le lanzó una mirada larga y penetrante... advirtiéndole silenciosamente que no intentara nada estúpido antes de soltar su cuello.
—Sé rápida —ordenó.
La bruja cayó al suelo cuando el Rey Killian la soltó y le tomó algo de tiempo recuperar el aliento antes de comenzar.
—E-es la chica. T-tu pareja.
Hizo una pausa, tosiendo muy fuerte ya que el Rey Killian le había robado el aire de los pulmones antes.
—S-si no la matas, ella te matará —continuó, levantándose lentamente mientras su respiración comenzaba a estabilizarse. Miró a los ojos del Rey Killian, su mirada ahora seria—. Si ella te mata, tu bestia-lobo será liberada, la parte que ha estado enjaulada durante siglos. Saldrá y traerá el caos sobre todos nosotros.