Dilema

Me senté en la quietud de mi habitación esa noche, contemplando el papel tapiz descolorido y el suave resplandor de la lámpara de noche.

Cada momento que pasaba en esta casa, las noches llenas de confesiones susurradas y tiernos abrazos con Marion, las dolorosas revelaciones de su pasado con Belinda, se sentía como una espada de doble filo.

Estaba dividida entre la atracción magnética de las respuestas que tan desesperadamente necesitaba y el abrumador impulso de autopreservación.

Ahora, mientras el peso del pasado me oprimía, me encontraba en una encrucijada: ¿Debería mantenerme alejada de Marion y Belinda, o debería continuar quedándome en la casa, aferrándome a los restos de nuestras noches íntimas con la esperanza de que la verdad eventualmente me liberara?