Un Reencuentro Angustioso

Selena

Respiré profundamente mientras me sentaba en mi escritorio, con la luz del sol matutino filtrándose suavemente por la ventana.

Mi mente corría con anticipación e incertidumbre.

Había pasado casi un año desde la última vez que vi a Mikey, y la idea de nuestra próxima reunión hacía que mi estómago se retorciera en nudos.

Mi equipo había estado zumbando de emoción por este posible acuerdo, un acuerdo que creían cambiaría las reglas del juego para nuestras inversiones.

Incluso ahora, no podía negar la emoción de la posibilidad, aunque mi corazón latía con emociones encontradas.

Estaba de pie en mi oficina, caminando de un lado a otro sobre el suelo pulido.

Mis pensamientos oscilaban salvajemente entre la emoción y el nerviosismo.

«Tú puedes con esto», me susurré a mí misma, tratando de silenciar las dudas persistentes.

«Te has preparado para este momento».